En esta carrera por encajar sus numerosas piezas nuevas el Coosur Betis no se está encontrado más que chinos en su camino. Y no precisamente de los de la tierra que trajo este maldito Covid-19, que condiciona la vida de cualquiera y llena de silencio los recintos deportivos. Chinos en forma de problemas, en cuanto a la llegada tardía de los jugadores en pretemporada (alguno fuera de forma), un presupuesto reducido que le ha impedido este verano competir en el mercado con cualquier equipo ACB (de los ocho fichajes sólo Spires, secundario en el Obradoiro, procede de otro equipo de la Liga Endesa) y ahora la lesión de uno de los que debían ser referentes en el equipo. Ouattara estará fuera, en el mejor de los casos, un mes, por lo que se complica el panorama para un Curro Segura que no pierde la confianza en el trabajo de su equipo en el margen de mejora que tiene por delante. Y ahora toca recibir al poderoso Valencia Básket (20:00).

Dos partidos y dos derrotas contemplan al conjunto verdiblanco en el arranque de la competición. La primera, incontestable frente a la Penya. La segunda, competida hasta los minutos finales en Santiago, antes de que se derrumbara a la hora de la verdad. La sensación es que el conjunto está por hacer y que falta un pegamento en el grupo. El individualismo de Feldeine no está ayudando, porque el dominicano está muy desacertado y ningún otro jugador da de momento el paso adelante. Campbell se encuentra a gusto repartiendo juego y parece no querer asumir esa responsabilidad anotadora, como Kay, que hace de todo, y todo bien, pero no da para más.

Y el resto de jugadores deben dar un paso adelante. Tendrá que hacerlo Pablo Almazán ante la baja de Ouattara. El granadino, en su segunda campaña de verdiblanco en ACB, no ha empezado acertado y ante el Obradoiro ya dudó un par de veces desde el perímetro. No es su mejor arma, pero sí que debe confiar más en su defensa y su físico para sacar ventajas en el uno contra uno. También debe aparecer un Borg que este curso ha empezado muy apagado. Extraño en el sueco, un jugador que revoluciona los partidos con su intensidad, pero sin galones y renovado sólo por un año.

Feldeine alternará como alero, lo que dará más protagonismo a Borg y Harrow en el ‘2’

En cualquier caso, como dijo Curro Segura, ante la ausencia del alero galo todos los jugadores deben dar un paso adelante, sobre todo ante un poderoso Valencia Básket lleno de estrellas en su plantilla y que se permite descartar a Quino Colom. Prepelic, Kalinic, Derrick Williams... Capitaneados por un Dubljevic que quiere seguir los pasos de Birgander y Burutis, claves en los triunfos del Joventut y el Obradoiro superando con claridad a los pívots béticos.

Ndoye tiene que ofrecer más pese a ser un teórico titular al que le cuesta cogerle el ritmo a la ACB. Cualquier cinco con fundamentos encuentra siempre el hueco ante el senegalés. Problemas por dentro y por fuera, porque si el pasado curso el Betis al menos sobrevivía desde el triple este año la puntería no está afinada, como demuestran los bajos porcentajes de acierto.

Defensa y ataque. Un equilibrio que el equipo debe encontrar para plantar cara a un Valencia Básket que llega también con una ausencia. La del ex cajista Joan Sastre, que sufrió el jueves ante el Asvel en la Euroliga la rotura parcial del ligamento interno de la rodilla derecha. Pero aun sin el balear, el cuadro taronja cuenta con un potencial que exigirá a los béticos concentración los 40 minutos, empezar a cerrar mejor el rebote para no conceder tantas segundas opciones y mover la pelota con velocidad en ataque en busca siempre de la mejor opción, dejando a un lado los individualismos que lo han llevado hasta ahora a contar por tropiezos sus partidos. Es la hora que aparezca Feldeine, que Kay redoble sus esfuerzos y que Campbell dirija y anote.

Pero deben aparecer también de nuevo Harrow para demostrar que su actuación en Santiago (23 puntos) puede tener continuidad y no fue flor de un día; Niang y Ndoye, haciéndose fuertes por dentro y yendo a por el aro como si fuesen a comérselo en vez de dejar el balón blandito casi con miedo.

Está necesitado este Betis de un gran triunfo para que su afición y los propios jugadores crean en que sus opciones en la Liga son algo más que pelear por la salvación hasta la última jornada. Esto acaba de empezar, sí, pero las derrotas que caen se quedan ya en el zurrón y la mochila puede empezar a pesar. Es el momento de que todos, en definitiva, den ese paso adelante.