Coosur Real Betis

El cómo importa tanto o más que el qué

  • La imagen mostrada por el Betis Baloncesto en las cinco palizas recibidas y el pobre nivel en ataque preocupan en el club

Pozas y Pablo Almazán tratan de robarle el balón a Ennis en el partido ante el Gran Canaria.

Pozas y Pablo Almazán tratan de robarle el balón a Ennis en el partido ante el Gran Canaria. / M. Henríquez (ACB Photo)

Tras la quinta derrota consecutiva del Coosur Betis, la quinta paliza seguida, la luz roja de alarma se ha encendido en San Pablo. No es sólo perder ya. El cómo empieza a pasar factura y tras la vuelta el domingo desde Las Palmas de la expedición verdiblanca este lunes hubo reunión en el vestuario para abordar la situación del colista de la Liga Endesa.

Cinco tropiezos en los que el conjunto heliopolitano ha sido siquiera incapaz de competir ante el UCAM, el Manresa, el Breogán, el Barcelona y el Gran Canaria con unos preocupantes promedios que no se corresponden al nivel de una plantilla que, uno por uno, es la mejor de los últimos años, aunque como grupo es, de momento, el peor equipo en verdiblanco a estas alturas del campeonato.

Después de la ilusionante victoria ante el Andorra en casa en el debut por 102-98, en una prórroga a la que nunca se tuvo que llegar tras dejar escapar 15 puntos de renta en el tercer cuarto, el cuadro hispalense perdió sus siguientes cinco encuentros por una media de 27,4 puntos de desventaja. Y eso que ante un Barcelona a medio gas y con importantes bajas sólo fueron 17 puntos (61-78). Y es lo que extraña en un conjunto planificado (junto al director deportivo, Berdi Pérez), entrenado y dirigido por Joan Plaza, un técnico que hace un especial énfasis en el trabajo defensivo y colectivo del grupo. Aspectos que brillan por su ausencia en este arranque liguero.

En las cinco derrotas el Betis promedia 65,2 puntos por partido anotados y 92,6 encajados

No es la primera vez que el técnico catalán encadena cinco derrotas en la ACB. Lo hizo al final de la 2011-12 en los cinco últimos partidos incluidos los tres de play off ante el Real Madrid, con el Unicaja en la 2014-15 entre las jornadas 29 y 33 perdiendo el liderato; o incluso encadenó con el Cajasol en la 2010-11 seis tropiezos, el último en Menorca antes de la Final Four de Treviso, con el equipo más centrado en la Eurocup que en la liga y que le costó a la postre quedarse sin play off.

El problema no son las cinco derrotas, con tiempo todavía para recuperarse y sin perder el horizonte de que el objetivo final es la permanencia. Preocupa el cómo. La desidia mostrada por algunos jugadores y la incapacidad para levantarse cuando el rival te sacude con un parcial. El domingo el Gran Canaria firmó un 18-0 en apenas cinco minutos antes del descanso que finiquitó el encuentro. En Murcia fueron otros cinco minutos nefastos entre el final del segundo acto y el principio del tercero para pasar del 27-25 al 47-31. Contra el Manresa no compareció de inicio y no tuvo capacidad de reacción cuando se puso a 11 puntos a la vuelta de los vestuarios. En Lugo el bajón llegó también tras el descanso, al que se llegó con 38-36. Todorovic puso el 38-38, pero un 28-7 (hasta el 66-45, todavía en el tercer cuarto) liquidó a un Betis incapaz de maquillar el resultado en el último periodo.

Hasta el último cuarto aguantó ante el Barcelona, que cuando aceleró rompió el choque. El pívot montenegrino colocó el 52-57 al inicio del acto, pero un 3-14 para los azulgrana (55-71) sentenció el choque. La incapacidad para reaccionar del Betis se entiende al ver que en estos cinco choques promedia 65,2 puntos por partido, alcanzando los 70 puntos sólo el pasado domingo.

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