El CSD y la justicia, los precedentes de las vías del Baloncesto Sevilla contra la ACB
En 2015 el Ourense ya recurrió al máximo organismo deportivo obteniendo medidas cautelares y en 2020 un juzgado obligó a admitir al equipo vasco como últimos precedentes
La ACB dice "no" al Baloncesto Sevilla, que anuncia recursos al CSD y ante la justicia
La historia es cíclica y los condicionantes económicos para jugar en la máxima categoría, pese a que la Comisión Nacional de los Mercados y los Valores ya redujo las draconianas exigencias, han sido otras veces causa de litigio por las que los equipos a los que la ACB denegó el derecho deportivo a subir han acudido a otras instancias para defender sus derechos.
La asamblea de la consideró que el Baloncesto Sevilla, Betis Baloncesto para el organismo aún, no cumplía las condiciones exigidas, "como acredita el informe del auditor externo ni ha acreditado el pago en plazo del valor de participación", pero Pedro Fernández, presidente de la entidad hispalense, insiste que todo “está en orden”. “El canon no se pagó más tarde. Se pagó antes. Pero desde hace tiempo se lleva emitiendo una sentencia antes de haber sido juzgado. Eso se llama prevaricación y he leído desde hace mucho tiempo que no pasábamos la auditoría y que subía Granada”. “No tengo una argumentación de que no cumplimos, pero sí las transferencias de haber pagado”, indicó el dirigente, que anticipó una demanda en el juzgado al tiempo que el club emitía un comunicado anunciando un recurso pidiendo medidas cautelares al Consejo Superior de Deportes.
El más sonado fue el del Obradiro, que después de una batalla legal de 17 años logró una sentencia del Tribunal Supremo favorable que obligaba su readmitión en la ACB. Pero hay otras más recientes que se resolvieron con mayor celeridad.
2017: Betis Baloncesto
No es la primera vez que ha ocurrido y, de hecho, la ACB tuvo que dar marcha atrás casi siempre, una con el propio Betis Baloncesto en 2017. Ese curso el Gipuzkoa había renunciado por motivos económicos a última hora y se jugó una liga de 17 equipos. Según los estatutos descendían los que acabaran en los puestos decimoséptimo y decimoctavo y la liga vio el momento perfecto para cumplir el deseo de los grandes y mantener la competición con 17 conjuntos con los ascensos del propio Gipuzkoa, que había competido en LEB Oro, y el San Pablo Burgos. El conjunto verdiblanco quedó el decimosexto y le adjudicaron plaza de descenso. El club peleó sus derechos mediante una denuncia en un juzgado de Barcelona y ganó, manteniéndose en la liga. Esas medidas cautelares del juzgado llegaron el 31 de julio en las que se instaba “a la ACB a cursar de modo inmediato una invitación" al club sevillano.
2015: Ourense
Más parecido al caso actual del cuadro sevillano es el del Ourense de 2015, el Ourense de Gonzalo García de Vitoria, que 10 años después revive los fantasmas de un no ascenso por un problema en la auditoría, como ahora. “El club Ourense SAD, que presentó la documentación requerida por la ACB para su afiliación y efectuó el ingreso correspondiente para su inscripción, a pesar del intenso trabajo desarrollado por sus directivos, no ha superado satisfactoriamente la auditoría de cuentas necesaria para su acceso a la ACB cuyo plazo definitivo finalizó el pasado martes 30 de junio de 2015", decía entonces el comunicado de la liga. Era el 3 de julio de ese año, fecha en la que también se quedó fuera el Tizona Burgos. Dos semanas después el CSD admitía el recurso del equipo orensano, tramitado con carácter de urgencia, requiriendo a la ACB el envío de los documentos de la auditoría y los pagos del canon para emitir una resolución. Ésta llegó el 11 de agosto, pero hubo recurso de la patronal para dilatar el proceso. “La ACB entiende que esta decisión genera una grave inseguridad jurídica tanto en la aplicación de las normas de control económico de los clubes como en los procesos de ascensos y descensos", dice la ACB, que cree que la resolución es contradictoria con los Estatutos y Reglamentos de la competición. Además, la Liga "solicitará con carácter de urgencia informes jurídicos a despachos expertos en derecho deportivo" para "interpretar y aplicar" la resolución del CSD. El caso es que dilató y al final las partes acordaron un ascenso en diferido al año siguiente, ya que cuando la liga aceptó al Ourense apenas quedaban un par de semanas para arrancar la competición. Sin embargo, un año después se mantenían las duras condiciones de ascenso, con un canon de unos 2,5 millones, aproximadamente, inasumibles entonces y el Ourense y Gonzalo García de Vitoria se quedaron sin ascenso por una auditoría negativa en su momento que el CSD corrigió.
2020: Gipuzkoa Básket
En 2020 la ACB de nuevo sufrió un nuevo revés judicial. El conflicto eta vez fue diferente. Era el año de la pandemia por el Covid-19 y la liga suspendió el campeonato, haciendo una competición exprés a puerta cerrada cuando las medidas se relajaron sin que hubiera descensos. Sin descensos, claro, no podía haber ascensos y eso es lo que pelaron el Gipuzkoa y el Valladolid. Incluso la FEB, entonces con Jorge Garbajosa como presidente, amenazó con acudir al CSD, pero este ente quiso mantenerse al margen del conflicto optando porque sean la ACB y la FEB las que negociaran. Los clubes presentaron la documentación a 30 de junio y el 15 de julio la asamblea rechazó su afiliación. En un comunicado aún mas escueto que el emitido en contra del Baloncesto Sevilla, el 23 de julio la ACB denegó la admisión del conjunto donostiarra: “En el marco de la Asamblea, los clubes han acordado la no afiliación del Donosti Gipuzkoa Basket 2001 SKE, SAD”.
La entidad donostiarra interpuso una demanda y el 1 de agosto el Juzgado de Primera Instancia nº38 de Barcelona impuso “la obligación a la Asociación de Clubes de Baloncesto de proceder a cursar la invitación de modo inmediato al Donosti Gipuzkoa Basket para que ingrese en la ACB en la temporada 2020-21”. Tres días después, el 4 de agosto, la ACB emitía el siguiente comunicado: “La ACB ha cursado este martes invitación al Donosti Gipuzkoa Basket para que ingrese en la ACB en la temporada 2020-21 en cumplimiento a lo dispuesto en el auto dictado por el Juzgado de Primera Instancia nº38 de Barcelona, sin perjuicio del derecho que asiste a la Asociación a oponerse a las medidas cautelares”. No lo hizo y hubo liga de 19 equipos.
¿2025?
El Baloncesto Sevilla ha anunciado su intención de recurrir al CSD y a la justicia ordinaria, después de que la ACB comunicara tras su asamblea que el club “no cumple requisitos imprescindibles, tal y como acredita el informe del auditor externo ni ha acreditado el pago en plazo del valor de participación". El presidente, conocido el informe, asegura que sí cumple los requisitos y que el pago se hizo dentro del plazo. En este caso, y con la documentación que tenga cada parte, no hay grises: o es blanco o es negro. Es fácil de resolver y aclarar Y será el CSD o un juzgado el que decida ahora.
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