"Hay que quitarle hierro al asunto"

Siendo un tema que en Sevilla prácticamente no tuvo recorrido el lunes, salvo alguna respuesta de Joan Plaza en la rueda de prensa que organizó el club para animar a la afición con vistas a los cuartos europeos ante el Budivelnik, sí que desde Madrid se avivó la llama de una polémica vivida hace 14 meses en San Pablo con el colegiado Hierrezuelo y el domingo con De la Maza.

El árbitro vasco instó a este periódico a hablar con la ACB antes de hacer algún tipo de declaración sobre lo que pasó en el pabellón hispalense y en la patronal sí contestó a las preguntas pertinentes Alberto García Chápuli, director de Arbitraje de la Liga, que aclaró algunos puntos acerca de la actuación del colegiado vizcaíno -que curiosamente cumple 50 años el 24 de este mes, edad a la que se jubilaban los árbitros antes del nuevo convenio firmado el pasado verano en el que ya no hay límite-. El directivo de la ACB comentó que "a los colegiados hay que dejarlos al margen sobre valoraciones de los partidos porque suficiente tienen con pitar. Se ha armado un revuelo con este tema que no entiendo. Estuve viendo el partido, luego hablé con Kiko (De la Maza) y en ningún momento se plantea suspender el partido. De hecho, no pone nada en el acta. Él me dijo que lo estaban insultando y se fue a la mesa tres segundos para decirlo, pero no como una amenaza ni como una advertencia. Después ya no volvió a dirigirse a la mesa".

García Chápuli remarcó que "a nadie le gustan los ambientes en los que hay insultos o actitudes agresivas en general, ni en el deporte ni en ningún ámbito de la vida. Fue un partido trabado, con antideportivas y técnicas. Simplemente. No fue más allá de eso puntual con De la Maza, que sólo hizo constar lo que estaba ocurriendo. Desde este departamento aseguro que vamos a seguir arbitrando como hasta ahora y menos aún vamos a cambiar la forma de hacerlo por el partido de Sevilla. Por desgracia, los insultos se dan en muchas canchas. Creo que se deberían tomar medidas, pero no son los árbitros los responsables de tomarlas, aunque no aprobamos ni aceptamos este tipo de actitudes, por supuesto".

El máximo responsable de los colegiados, en definitiva, cree que "hay que quitarle hierro al asunto, que mediáticamente ha crecido más de lo que esperaba. Nosotros no queremos líos en ningún sitio, ni crear conflictos; no nos gusta ser protagonistas, ni que se hable de nosotros. El problema es dónde se pone el límite, dónde se para. Qué tipos de insultos se permiten y cuáles no. Debemos concienciarnos todos para cortar cualquier atisbo de violencia o agresividad".