En busca de la fórmula mágica

A poco más de una semana para que arranque la Liga Endesa, el Baloncesto Sevilla tiene varios frentes que cerrar. El tema de Scott Roth es importante, ya que tras las negativas de la ACB y la FEB a validar su ficha como técnico, estudia las fórmulas para que el norteamericano se siente en el banquillo ante el Iberostar Tenerife el próximo 4 de octubre.

El director general de la entidad, José Luis Galilea, viene diciendo desde hace tiempo que Roth será "sí o sí" el entrenador del equipo. El estadounidense seguirá al frente de la plantilla pase lo que pase, preparando a los jugadores en el día a día en los entrenamientos, aunque en los días de partido correspondientes a la Liga Endesa, de momento, tendrá que ser otro el que firme el acta.

A principio de agosto este periódico ya publicaba los problemas que podría tener el técnico yanqui a este respecto, y que, aunque no cumple los requisitos, tanto la FEB como la ACB habían sido flexibles en este asunto como le ocurrió a Velimir Perasovic cuando debutó en Sevilla y a algunos preparadores más. Esta vez, sin embargo, ambos organismos se han acogido con firmeza al convenio firmado por la ACB, los clubes y la Asociación de Entrenadores Españoles de Baloncesto (AEEB), que, está siendo tanteada por el club para buscar algún tipo de acuerdo. Una opción sería la matrícula en el curso de entrenadores y la convalidación de las prácticas con los partidos de este año.

Mientras se cierra o no, existen otras posibilidades más allá de acudir a la justicia deportiva u ordinaria, algo que parece está lejos de la idea del conjunto hispalense por los problemas futuros que ello podría causarle. Roth tampoco podría sentarse en el banquillo como asistente, pero sí con otra función como delegado, utillero o incluso ubicarse justo detrás de las gradas. Sin embargo, el club apretará por llegar a un acuerdo que, por otra parte, no será fácil tras la negativa oficial de la entidad, ya que cualquier moratoria o medida de gracia a estas alturas desacreditaría a la propia patronal o a la Federación Española. Sea como fuere, existen soluciones para que Roth se siente en el banquillo, aunque tendría que tener especial cuidado en no dar instrucciones, protestar o levantarse.