Pepe Mel ha demostrado en su primer partido oficial con el Betis que el banquillo no está huérfano. Es pronto, muy pronto, y la competición, tan larga, lo acabará ubicando en su verdadero sitio. Pero, ayer, cuando un cándido Granada amenazaba con desperezarse frente a un equipo que perdía el sitio en el mediocampo, reaccionó con un cambio de jugador y de sistema más que acertado.

Y si correctísima pareció la entrada de Beñat por Momo a priori, decisiva se reveló a los pocos minutos cuando se reflejó con contundencia en el marcador.

La explicación es sencilla. Salva Sevilla empezaba a perder aire e Iriney se veía impotente y solo en la zona ancha, Momo apenas ayudaba a cerrar la banda derecha y a Jorge Molina le faltaban metros para desenvolverse con Rubén Castro y Ezequiel excesivamente cerca de él. La aparición de Beñat modificó el 4-4-2 hacia un 4-2-3-1 que adelantó a Salva Sevilla y que escoró, aunque sólo fuera un poco, a Rubén Castro a la derecha.

Sin tener que mirar hacia atrás, el ex futbolista del Salamanca aprovechó un robo de Beñat para marcar de vaselina y, acto seguido, pergeñó un perfecto pase para el desmarque de Jorge Molina. En cinco minutos, la amenaza del 2-2 se convirtió en un 4-1. Y, encima, Ezequiel dio dos pases de gol al ariete.

Defensa

Belenguer y Dorado no tienen la velocidad como principal arma, de ahí que les cueste dar el paso adelante y el equipo, por momentos, sea muy largo. Con un lateral como Isidoro algo nervioso y otro como Nacho que mira hacia adelante se echó en falta más contundencia por delante. La entrada de Beñat equilibró algo más a un equipo ideado para matar en ataque pero con carencias atrás que ha de corregir. O mejora los centrales o deberá jugar con dos medios centros defensivos y Salva Sevilla en la mediapunta.

Y es que con el 2-1, Goitia sacó un balón a Mensah al filo del descanso e hizo un paradón a Orellana al cuarto de hora de la reanudación. Incluso, el central ghanés se encontró con un balón en su bota, completamente solo, que no supo dirigir a puerta.

Ataque

El Betis tiene pegada y lo sabe. Por eso abusa de ella. Jorge Molina, amén de gol, facilita segundas jugadas y baja balones.

virtudes

Amén de lo reseñado, el juego a balón parado gana con Salva Sevilla y con Caffa de titular.

talón de aquiles

Zaga lenta y poco contundente.