El fútbol no es más que un reflejo de la vida. Y también en los dos tercios de hectárea que, más o menos, mide un terreno de juego, el camino se hace al andar. O en este caso, al jugar. Los objetivos no van a caer porque sí. Ni siquiera al campeón. Hay que trabajárselos.

El Sevilla de Unai Emery no anduvo -no jugó- lo que tenía previsto en sus salidas a Rijeka, primero, y Lieja después, y el Ramón Sánchez-Pizjuán abrirá este jueves sus puertas para acoger un partido con más miga de la que en principio se anunciaba cuando quedó configurado el calendario de esta fase de grupos. Esos dos empates a domicilio mantienen al Sevilla como líder de su grupo, pero hay letra pequeña: tiene 5 puntos, el Standard 4, como el Rijeka, y cierra la tabla el Feyenoord con 3. Un tropiezo inesperado puede resultar muy peligroso vista la igualdad.

Emery sabe que la cita de hoy tiene, por tanto, su guasa. Va a rotar, porque tiene plantilla para ello y porque el Standard tampoco es el Real Madrid. Pero lo hará con reparos. Dando al partido toda la importancia que merece y aparcando por completo el siguiente jalón del camino en la Liga, ese correoso Levante que saltará a la hierba de Nervión el domingo a mediodía.

El entrenador vasco, a buen seguro que trata estos días de inculcar a su equipo que todo lo que no sea ganar esta noche a los belgas obligará a un sobreesfuerzo en los dos partidos siguientes, en Rotterdam ante el Feyenoord y en casa ante un Rijeka que es mejor equipo de lo que la opinión pública expresó cuando se configuraron los grupos. Un empate pondrá en peligro el liderato y una derrota puede incluso sacar al Sevilla de las dos primeras plazas.

Derrotar al Standard, en cambio, asegurará al campeón una jornada más la primera plaza y hará que no tengan que mirar de reojo a lo que suceda en el Feyenoord-Rijeka: con 8 puntos en 4 jornadas, los de Nervión tendrían ya a tiro la clasificación y probablemente una victoria más, en Holanda o en el cierre con el Rijeka, incluso les garantizaría la primera plaza final del Grupo G.

No será un partido, pues, para salir con tibieza y comprobar si con la tercera marcha es suficiente para doblegar al Standard. Mal haría el Sevilla en regatear esfuerzos y permitir que el equipo belga, que es un habitual en competiciones europeas, empiece a creérselo. El cuadro centroeuropeo, además, no va a tardar en subírsele a las barbas si el quinto de la Liga BBVA se relaja, pues ha limpiado su cabeza desde que tomó las riendas de la plantilla Ivan Vukomanovic, precisamente en la visita de los sevillistas. Tras ese empate a cero, el Standard ha ganado los tres partidos de la liga Jupiler, el campeonato belga. Y uno de ellos, al Anderlecht a domicilio (0-2).

El equipo de Emery haría bien en recordar también dos partidos de similar pelaje, a estas alturas de la pasada Liga Europa: las visitas a Nervión del Slovan Liberec y el Estoril, equipos de un potencial similar al de esta noche. Ante los checos también fue en la cuarta jornada de la fase de grupos, entonces los sevillistas eran líderes, como ahora, pero con dos puntos más gracias a sus victorias en Estoril, en casa ante el Friburgo y el empate, apurado, en Liberec. La relajación hizo que el Slovan acabara empatando en el Pizjuán. Lo mismo sucedió en la siguiente jornada: el Estoril marcó al final (1-1) y el Sevilla tuvo que viajar a la gélida Friburgo, en el cierre de la liguilla, sin su futuro aclarado.

Habrá rotaciones porque siempre las hay. Y tampoco el Standard es el Real Madrid. Es posible que Kolodziejczak, titular en los dos primeros partidos europeos y que rindió bien en Sabadell, regrese al eje de la zaga. Mbia, que no puede jugar el domingo ante el Levante, estaba llamado a ser titular hoy junto a Krychowiak, pero el camerunés se retiró ayer del entrenamiento con una sobrecarga. Será otra buena ocasión para que Banega se suelte al timón y Gameiro con la caña de pescar. También, incluso, para ensayar con dos delanteros y reforzar la confianza de Aspas, que pide más protagon ismo.

Mbia se recupera y entra en la convocatoria

Unai Emery permitió en la sesión matinal de ayer que la prensa captara imágenes durante un cuarto de hora. El resto de tiempo, el entrenador vasco trabajó con su plantilla a puerta cerrada, como suele hacer. Y en esos 15 minutos a puerta abierta, se puedo ver a Mbia retirarse de la sesión. Fue por precaución: sentía una sobrecarga en una pierna y prefirió no arriesgar y provocar una rotura de la fibra. No obstante, el centrocampista camerunés ha sido finalmente incluido en la convocatoria.

Unai Emery ha facilitado una convocatoria de dieciocho futbolistas tras la sesión preparatoria de este jueves, en la que finalmente ha entrado Mbia, quien el próximo domingo no podrá jugar por sanción en el partido de la Liga BBVA ante el Levante que se disputará también en el Sánchez Pizjuán. 

Para la cita de esta noche no está por lesión el centrocampista Vicente Iborra y por no estar inscritos en esta fase del torneo el lateral derecho brasileño Cicinho y el centrocampista uruguayo Sebastián Cristóforo. 

Por decisión técnica, se han quedado fuera el extremo Aleix Vidal, los centrales Alejandro Arribas y el francés Timotheé Kolodziejzak y el portero argentino Mariano Barbosa. 

La convocatoria la componen Beto, Sergio Rico, Coke, Diogo Figueiras, Fernando Navarro, Tremoulinas, Carriço, Nico Pareja, Mbia, Krychowiak, Éver Banega, Denis Suárez, Vitolo, Reyes, Deulofeu, Iago Aspas, Bacca y Gameiro.