El Standard de Lieja que este jueves comparezca en el Ramón Sánchez-Pizjuán será muy distinto a aquel al que el Sevilla debio ganar en el Maurice Dufrasne. El equipo de Unai Emery debe hacer hoy los deberes que dejó pendientes entonces; de lo contrario, la clasificación se le puede complicar. Eso lo sabe el entrenador, que definió la cita como clave para el devenir del Grupo G de la Liga Europa. Emery quiere la llave de la clasificación y aprehenderla pasa por ganar hoy. 

"Las características de este grupo se están marcando en la igualdad y sobre todo en que ninguno ha manifestado una superioridad hasta ahora sobre el otro -dijo Emery sobre el Grupo G-. Vamos primeros con cinco puntos, sin perder, pero a la vez los empates nos penalizan con respecto al resto de los equipos, que han ganado o perdido alternativamente. Eso hace que lleguemos en mucha igualdad y que se pueda romper la baraja". El temor de Emery es que la baraja se rompa para mal... "Es una jornada clave, porque jugamos en casa, clave para hacer buenos los dos empates, clave para que al Standard lo dejemos a una buena distancia de puntos, clave para que el Feyenoord y el Rijeka no se pongan delante nuestra. Somos conscientes, estamos mentalizados de que es un partido muy importante", enfatizó Emery, que aportó otro matiz genérico: "Tenemos que confirmar si somos capaces de ser líderes de grupos y que en el Sánchez-Pizjuán tenemos que ser fuertes". 

Para darle más cohesión a su discurso sobre la igualdad del grupo, recordó que este Standard es muy distinto al de hace un mes. "Se ha fortalecido como equipo a nivel defensivo, se ve un equipo normal, un Standard de Lieja con lo que supone un Standard de Lieja. Y ésa es la dificultad, sabíamos que tenían buenos jugadores, que no estaban bien, pero ya vimos a jugadores como Mpoku que hicieron un gran partido. Ése es el Standard que esperamos, un Standard con buenas referencias, y que ya en la tercera jornada nos costó muchísimo". 

El técnico de Fuenterrabía insistió en las complicaciones latentes que tenía el grupo. "Yo sabía de esa igualdad. Cuando empatamos en Rijeka supe que el siguiente equipo que fuera para allá a ver si pasaba, y perdieron 3-1 (el Feyenoord). Cada equipo se ha hecho fuerte en su estadio. ¿Nosotros qué hemos hecho bien? Que ganamos en casa bien y fuera de casa no hemos perdido". 

Por todo ello, Emery le da muchas vueltas a las rotaciones: "Necesitamos gente que maneje momentos emocionales altos, necesitamos jugadores y un equipo que esté preparado por si las cosas tardan en que encauzarse. Puede haber gente que le cueste un poquito asimilar eso, porque no tienen esa experiencia. No es cuestión de rotaciones, jugarán los que mejor creemos que estén, con la participación de jugadores que tienen menos minutos, también". 

El técnico guipuzcoano tocó otros asuntos. La derrota en Bilbao ya está olvidada, pero esa pujanza de los rivales directos... "No podemos estar pensando y sufriendo por lo que hacen los demás, vamos a pensar en nosotros, utilizar la energía en nosotros. Si tú ganas, no hay problema. Ése es el camino". Y el estado de Bacca: "Hizo una pretemporada muy ajustada. Tuvo que coger muy rápido la puesta a punto, a base de partidos. Es normal que tenga picos bajos. Pero la confianza y la regularidad de goles no han bajado".