El Ramón Sánchez-Pizjuán disfrutará esta noche de su tercera vuelta de semifinal europea, ya que ante Valencia (2014) y Fiorentina (2015), la eliminatoria se resolvió lejos de Sevilla. Y esta noche se dará la particularidad, con respecto a los precedentes ante Schalke 04 (2006) y Osasuna (2007), de que el graderío se poblará casi exclusivamente de aficionados locales. El Shakhtar Donetsk, un club condicionado por el hecho de jugar las últimas temporadas como local a más de 1.000 kilómetros de su ciudad de origen, devolvió las 500 entradas destinadas a su hinchada y el Sevilla las puso a la venta para su público.

A 33 horas para el comienzo de la semifinal, según comunicó el Sevilla, se agotó todo el papel. El Ramón Sánchez-Pizjuán registrará, pues, un lleno para que el ambiente sea acorde con lo que habrá en juego, nada menos que el pase a la que sería la quinta final continental del club de Nervión, que en el caso del Shakhtar sería la segunda -en 2009 se coronaron ante el Werder Bremen-.

Para que se viva desde el arranque un colorido excepcional, el club va a colocar en cada asiento del estadio una bandera conmemorativa de la semifinal para que los aficionados la puedan ondear en el momento en el que se entone el himno del centenario. Para lograr que la imagen sea plena y el ambiente de final anticipada fluya desde los instantes previos del encuentro, el club pide a sus aficionados que adelanten el acceso al estadio en la medida de lo posible, con el fin de que las gradas estén repletas cuando falten cinco minutos para el inicio del choque.