Un exiliado sin ánimos de revancha

Observado con lupa cada vez que saltaba a la cancha en Sevilla, Juan Alberto Aguilar hizo el petate este verano para enrolarse en el proyecto del Xacobeo en busca de los minutos que en el Cajasol seguro no iba a tener. El objetivo, sin embargo, es algo más ambicioso que el simple hecho de disfrutar de más tiempo en cancha. "Sé que tengo que crecer como jugador, y en Santiago me ofrecían una oportunidad que en casa no iba a tener. Me queda mucho por aprender y jugar es la mejor forma para ello", apuntó el hispalense.

Su regreso dista mucho del que este año, por ejemplo, ya protagonizó Ignerski. El polaco tenía algo que demostrar a alguien y fue el mejor del Lagun Aro. Logró la venganza deseada: protagonismo individual y victoria colectiva. El base tiene otras miras. "Saldré con muchas ganas por lo especial que es el encuentro, pero sin ánimos de revancha. Este partido no es una prueba de fuego de la que dependa mi vuelta la próxima campaña -tiene un año más de contrato-. No tengo nada que demostrarle a nadie", afirma el canterano cajista, quien se desmarca del mito de que los canteranos están sometidos a más presión: "En Sevilla cuando jugaba no sentía más presión por ser de la casa. Ahora tengo la misma y soy uno más en la plantilla. No te puedes poner más presión a ti mismo con cosas que pueden ser o no verdad. Las críticas en el deporte profesional son algo lógico y he aprendido a extraerme de todo lo externo al baloncesto", indicó el protagonista al respecto de su parentesco de uno de los integrantes del consejo del club.

Aun en la distancia, Aguilar sigue de cerca las evoluciones de un "sorprendente" Cajasol. "Por el tiempo que estuve en pretemporada, el grupo parecía bueno y se está demostrando con el paso de las jornadas. Lo más llamativo es el alto nivel defensivo. El equipo defiende duro. Hay jugadores que aportan mucho en este aspecto, como Kirksay, que contagia a los demás. Otros, como Ellis y Savanovic, están en un momento dulce, aunque este Caja no depende de las aportaciones individuales para ganar", explicó el sevillano, antes de señalar la clave para no hincar la rodilla mañana: "Si queremos ganar tenemos que defender mejor o igual que ellos. Si se despegan, nos costará remontar".

La salida de Aguilar, un jugador joven coincidió con la llegada de dos promesas como Satoransky y Sastre. ¿Cómo lo encajó? "Todo lo que sea que gente joven tenga minutos en la ACB es positivo. Estoy contento por ellos. Yo en Sevilla no hubiese tenido esos minutos con y sin ellos en el equipo. Estoy contento con la decisión que tomé".

De momento no ha fallado en su predicción. Como segundo base del Xacobeo, ha jugado 86 minutos en los ocho encuentros de Liga, cuando el pasado curso saltó a la cancha en cuatro para sumar 33 minutos. "Estoy como el equipo, cogiendo el ritmo de la competición poco a poco. El inicio de temporada nos vimos pronto, porque la plantilla se hizo tarde. Tanto en lo personal como en lo individual llegarán los resultados", señala Aguilar, quien, de momento, apenas ha sumado seis puntos (un triple, una canasta de dos puntos y un tiro libre). "Saldré con muchas ganas, pero no iré a hacer mi partido".