El final de la negociación

La negociación está llegando a su final y parece que va a ser grato. Habrá baloncesto de élite en Sevilla la próxima temporada y seguramente algunos años más a tenor de las conversaciones que están a punto de zanjarse entre Caixabank y un grupo inversor aparecido en las últimas semanas. Ése es el mensaje que traslada Fernando Moral, el presidente que está metido de lleno en las reuniones para tratar de cerrar un acuerdo positivo para que el club pase de Jefferson Capital Funding, el fondo estadounidense que no invirtió nada en la sociedad anónima deportiva, incumpliendo lo pactado con la entidad financiera, a manos de un empresario (o varios) que den viabilidad al proyecto.

El presidente cajista es por tanto optimista para que en las próximas horas el club deje de estar en causa de disolución y se haga frente a los 1.050.000 euros necesarios para equilibrar el balance de la ampliación de capital.

Lo poco que se conoce del último postor es que nada tiene que ver con el baloncesto y que sus intereses caminan por otros derroteros, aunque estarían dispuestos a invertir también durante varias temporadas en el CB Sevilla e incluso mantener a Moral en un puesto ejecutivo dentro de la entidad, aunque otras voces apuntan a que en Barcelona también se negocian otras alternativas sin que el presidente esté al tanto.

Caixabank se compromete a mantener un patrocinio de dos años de un millón de euros por cada curso, a pagar en los dos eneros próximos, siempre y cuando la empresa interesada desembolse cerca de dos millones de euros entre la ampliación de capital y el resto para invertir en el club. Entre los temas que se están tratando en la negociación hay un gasto nada superfluo que está encima de la mesa: ¿quién se hace cargo de las indemnizaciones que se deberán pagar a los despedidos?

No es una cuestión baladí porque hay contratos altos, empezando por el director general y deportivo y continuando por el responsable de Marketing y por Audie Norris, quienes tienen los días contados. Aparte, es muy posible que la estructura del club se adelgace y eso supondría desprenderse de otros empleados de las oficinas o de la parcela deportiva, como técnicos de la casa. El importe puede rondar o superar el medio millón de euros, una cantidad nada desdeñable y que seguramente no quiera afrontar el nuevo propietario.

Por otro lado, ayer volvió a mostrar su apoyo el alcalde de la ciudad. En declaraciones recogidas por Europa Press, Juan Espadas manifestó su esperanza respecto al porvenir del CB Sevilla: "Caixabank está intentando buscar una solución viable para que un nuevo socio ponga en marcha el club la próxima temporada, con la correspondiente aportación económica. Estos días son vitales", dijo.