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La formación, ocio o negocio

El Cajasol no explota con ventas su inversión en cantera, vía de financiación. Satoransky, si sigue, y Sastre saldrán gratis en 2014 Balvin, Burjanadze, Porzingis y Radicevic, casos parejos.

La formación, ocio o negocio
Juan De La Huerga / Sevilla

15 de julio 2013 - 05:02

El quid de la cuestión es que cada vez hay menos dinero y hay que reinventarse. Hasta ahí, todo correcto. Toca ser un club imaginativo y optimizar los recursos económicos, que no son ni de lejos lo que fueron en épocas de vacas gordas en el Cajasol. La idea, a priori, era excelente: contratar a jóvenes talentosos entre 14 y 18 años para formarlos en la cantera, prepararlos para el primer equipo poco a poco, que den varias temporadas de alto rendimiento en la Liga Endesa y, cuando sea pertinente, venderlos. Así el modelo sería perfecto. Con poca inversión por cada chaval que llega a San Pablo, la entidad opta a que salgan dos o tres de alto nivel para venderlos al mejor postor al objeto de que sus traspasos vayan en beneficio del club.

Pero parece que pocos réditos da o va a dar el trabajo de moldear a las perlas cajistas. Hace cuatro veranos llegaron a Sevilla dos chavales con una proyección fabulosa: Satoransky y Sastre. Aún les queda un año más de contrato, pero lo que sí tienen por delante es un futuro muy prometedor. En el caso de que el checo continuara el próximo curso, ambos podrían recoger los bártulos y marcharse al equipo que quieran dentro de 10 meses y medio, cuando se extinga su vinculación con los hispalenses.

Alguno habrá que diga que al menos han sido cinco campañas disfrutando de ellos, pero sin obviar que en las tres primeras el base contaba con un primer espada al lado, Calloway -salvo el segundo curso, en el que las lesiones diezmaron al estadounidense y vino Bojan Popovic-, y el alero, entre que Plaza no le dio mucha bola y los problemas de espalda la tercera temporada, tampoco es que dispusiera del tiempo en la pista necesario para evolucionar.

Con Aíto han contado con más oportunidades pero tienen mucho margen de mejora, que a buen seguro demostrarán desde octubre, salvo que vuele el checo, hasta mayo. Pero, ¿qué pasará entonces? Serán jugadores hechos y contrastados en la ACB. Satoransky quizás se embarque con destino a Washington, aunque si los Wizards no lo quisieran aún, puede ofrecerse a cualquier club de la Euroliga sin que medie ningún tipo de traspaso. Igual ocurre con Sastre.

Al base centroeuropeo le quedan meses por delante para que algún equipo potente de Europa se interese por él y quiera pagar por su salida. Pero si no ocurriera, alguno en el club sevillano ya ha manifestado que su posible adiós dentro de un año "nos dejaría cara de tontos". Acaso la política idónea en el caso de los dos jugadores habría sido ofrecerles la extensión de sus contratos a comienzos del curso 12-13, cuando venían mal dadas y apenas había triunfos que disfrutar. Obviamente, variando sus salarios y también sus cláusulas de salida. En definitiva, atándolos por más tiempo.

Hay casos parejos en la cantera, aunque Satoransky y Sastre sean los mayores y a quienes se les presume mejor porvenir a corto plazo. Ondrej Balvin, renovado la pasada campaña por dos más, Beka Burjanadze, Kristaps Porzingis y Nikola Radicevic pueden encontrarse en situaciones similares más adelante. El alero letón parte con la vitola de futura estrella desde que era un crío. Cumplirá 18 años en poco más de dos semanas y seguro que será una pieza codiciada en el mercado en varias campañas.

En el júnior hay más chavales llegados de fuera de España, amén de los españoles, y quizás alguno explote: Pavel Lebedintsev, Casper Wildemast, Karl Robin Jürjens, Volodymyr Orlov... El Cajasol debe plantearse si la formación es ocio o negocio.

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