La línea ya está marcada

Sacar conclusiones a estas alturas de la temporada, cuando apenas se han disputado tres jornadas, resulta aventurado, casi temerario podría decirse. Sin embargo, los números no engañan y si es cierto que el Baloncesto Sevilla no ha conseguido inaugurar su casillero de victorias en el trío de partidos jugados hasta el momento, también lo es que todavía faltan muchas piezas por encajar en el equipo de Luis Casimiro.

Las ocho caras nuevas -nueve si se tiene en cuenta el regreso de Scott Bamforth- todavía tienen que acoplarse a lo que el técnico manchego les pide y muchos de ellos también deben hacerse a una competición tan exigente como resulta la ACB, que castiga en exceso las faltas de concentración y los deslices sobre el parqué.

Sin embargo, de cada derrota siempre se pueden sacar conclusiones y éstas, a su vez, deben servir para mejorar y aprender en el largo camino que se tiene por delante. De hecho, de la última de ellas, frente al Herbalife Gran Canaria, el equipo demostró en la segunda mitad que sabe competir, que tiene casta y coraje para luchar los partidos, incluso aunque parezcan cuesta arriba. Un gen, el competitivo, que parecía no existir en los pupilos cajistas en las dos primeras jornadas. Incluso cerca estuvo de darle un susto a Aíto y traerse la victoria para Sevilla, aunque finalmente se quedó en un casi.

Así las cosas, la línea para conseguir la victoria ya está marcada; sólo debe seguirse. Los cimientos para que el triunfo se quede en San Pablo deben construirse en base a una sólida defensa, pero sobre todo, en salir concentrados desde el primer minuto. Las pájaras con las que salen los jugadores deben ser erradicadas desde ya, porque el rival no perdonará y tratará de castigarlas al máximo. Ya lo hizo el Gran Canaria durante la primera mitad, pero antes también Obradoiro y Barcelona.

El UCAM Murcia tampoco llega en un momento sencillo. Los rectores de su abrumador proyecto decidieron que un viejo conocido de la afición sevillana como Diego Ocampo -con 17 triunfos, consiguió la pasada temporada el récord de victorias en el conjunto universitario- no continuara al frente del plantel para traer a un reconocido técnico como Fotis Katsikaris, ven como, de momento, hace aguas.

Los tres partidos disputados hasta ahora los cuentan por derrotas, aunque llegan con buenas sensaciones y la moral alta tras poner contra las cuerdas al Barcelona, que terminó llevándose el triunfo de tierras murcianas (74-82) y arriban a Sevilla para intentar buscar su victoria número 200 en la máxima competición nacional de baloncesto.

Por si ese plus de motivación fuera poco, los hombres de Casimiro deberán prestar además especial atención a dos jugadores que cuando se enfrentan al equipo hispalense afinan su punto de mira, como Thomas Kelati y Scott Woods, cuyo 5 de 8 en triples de la pasada temporada todavía se recuerda en San Pablo y su porcentaje desde la línea de tres supera el 70% frente al Baloncesto Sevilla. Por su parte, el polaco tiene más de un 65% de tiro desde más allá del arco cuando su rival viste la camiseta hispalense.

Unos números difíciles de mantener si los de Casimiro se aplican en defensa. La primera victoria dependerá en gran parte de ello.