Todo es nuevo

Todo fluye. Panta rei. Como el río Éfeso, en el que Heráclito no se podía bañar dos veces, el derbi pilla a Sevilla y Betis en constante movimiento. Todo es nuevo. Entrenadores de estreno, plantillas renovadas, ilusiones ampliadas... nada es igual salvo que en un Sevilla-Betis o en un Betis-Sevilla nunca hay favoritos. Aunque todo sea un decir.

Ciertamente, en este caso, todo se iguala mucho más. Si la superioridad sevillista, reflejada por ejemplo en la última temporada en la que se dieron cuatro derbis (dos de Liga y dos de Copa), ha sido rotunda hasta muy poco, las dudas que siempre traen cambios tan acusados hace que todo se nivele mucho más.

Por primera vez desde hace algún tiempo, la enorme desigualdad entre ambos, si está (y evidentemente sigue presente por presupuesto y plantilla) no se percibe tanto. La clasificación a estas alturas de Liga no cuenta como las sensaciones, aunque los tres puntos que separan a uno de otro añaden morbo por aquello de que un triunfo bético para igualar las fuerzas puede provocar un incendio en la ciudad. ¿Y cuándo no?

AMBOS EN CONSTRUCCIÓN

Hace bastante tiempo que no coinciden el inicio de una nueva era en ambos equipos en lo que se refiere a los inquilinos en los banquillos. Ello, irremediablemente, hace que confluyan, máxime en la quinta jornada de Liga, dos equipos en plena construcción, aún sin ensamblar y con muchos defectos que pulir. Jorge Sampaoli y Gustavo Poyet tratan de hacer de sus equipos rivales reconocibles, cada uno a su estilo, pero lo que aseguran sin discusión es un derbi distinto.

Ni Unai Emery ni Pepe Mel, clásicos en rojo y verde, están ya para reeditar el primer derbi de la pasada campaña. Con permiso de Juan Merino, que sustituyó al madrileño en el segundo (precisamente debutando en un derbi de Copa).

Todas estas circunstancias nuevas abren, si cabe, más un duelo en el que los enemigos no se habrán estudiado tanto por cuestiones evidentes. No ha habido tiempo y el factor sorpresa estará mucho más presente que en anteriores temporadas.

TÉCNICOS BAJO PRESIÓN

La paciencia no fue nunca una virtud para estas aficiones y menos aún con un derbi entre manos. No está el horno para bollos y por eso ni Sampaoli ni Poyet pueden permitirse dar el petardazo precisamente ante el eterno rival. Sería empezar a caminar descalzo en el alambre, no con riesgo a una destitución (está claro), pero sí para empezar a ir a remolque en algo tan importante como es el crédito.

El técnico argentino del Sevilla, después de desatar un debate sobre el estilo con un pragmático planteamiento en terreno de la Juventus, provocó un incendio en la hinchada sevillista con el partido de su equipo en Éibar, donde los suyos, con el marcador a favor y con un jugador más, no fueron capaces de ganar. En casa, el Sevilla ha tenido de todo. Ha ganado sus dos partidos ligueros ante Espanyol y Las Palmas, cierto, pero dejando sensaciones muy contradictorias.

Poyet se agarra al triunfo en Valencia para despertar a un beticismo que si ya sufrió en Mestalla después de ir 0-2, también protagonizó un partido loco en su reciente comparecencia ante el Granada. Demasiados vaivenes y poco control, una característica que se repite en los dos equipos.

MUCHOS NEÓFITOS

Sevilla y Betis han modificado mucho sus respectivas plantillas con respecto a la pasada temporada, haciendo los de Nervión 11 incorporaciones y los de Heliópolis, 10. Por este motivo, serán muchos los jugadores de ambos conjuntos que disputen el derbi sevillano por primera vez, de ahí que sevillistas y béticos tiren de los jugadores que conocen más en profundidad la rivalidad sevillana para hacerles llegar a los nuevos la importancia que tiene este partido.

En el caso del Sevilla, jugadores como Carriço, pese a que será baja, Iborra, Nico Pareja y Vitolo saben bien lo que significa el derbi y siguiendo el ejemplo de Coke, ex capitán sevillista, contagiarán a los recién llegados esta campaña de lo que supone vencer al eterno rival. Lo mismo ocurre en el Betis, donde futbolistas como Joaquín, Rubén Castro y Adán, entre otros, intentan hacerles ver a los nuevos el valor de ganar el choque ante el Sevilla.

En este aspecto, también juegan un papel importante los canteranos, como Sergio Rico, por parte sevillista, y Dani Ceballos, por la bética, que son ejemplo de una cantera sevillana que estará presente mañana, aunque en menor número que en otros derbis.

PÓLVORA Y FRAGILIDAD

Sevilla y Betis se encuentran en fase de engranaje, pues por ahora ni Sampaoli ni Poyet están dando con la tecla. Y eso se refleja en los números. Los de Nervión llevan nueve goles a favor, pero eso no va parejo a la idea de fútbol ultraoefensivo que pregonaba el técnico argentino, como se ha podido comprobar desde aquel 6-4 ante el Espanyol. Desde aquel partido, un empate sin goles en Villarreal, victoria in extremis (2-1) frente a Las Palmas y empate a uno en Ipurúa.

En el caso del Betis empieza a ser preocupante la cantidad de goles que lleva encajados, lo que revela una importante debilidad defensiva. Seis tantos recibidos ante el Barcelona, uno frente al Deportivo, dos en Mestalla y otros dos ante el Granada. En contraposición a esto está Rubén Castro, el principal baluarte ofensivo de los verdiblancos. Y Pichichi compartido.