El Trofeo Ciudad de Sevilla fue una maravillosa idea que se gestó en 1972 a raíz de la iniciativa del entonces alcalde de la ciudad, Juan Fernández Rodríguez García del Busto. Aquello, que arrancó con llenos espectaculares en ambos estadios de la ciudad, pues se disputaba alternativamente, tuvo vigencia hasta 1994, cuando tuvo lugar la decimosexta y última edición. La razón esgrimida por todos los entendidos en aquella época era el temor a los enfrentamientos directos entre Sevilla y Betis en las finales por el bocado que le pegaba una derrota a los abonos de la entidad perdedora. Los tiempos han cambiado, y mucho, y los dos clubes sevillanos se prestan a la iniciativa de LaLiga de programar un derbi a 9.268 kilómetros de la ciudad en la que están radicados los dos clubes de Sevilla.

Los aficionados béticos tuvieron ocasión de expresar su opinión en una pancarta en el estadio Colombino de Huelva con motivo del último amistoso contra el Burnley (1-1), se posicionaban rotundamente contra este enfrentamiento tan lejano. Seguro que los sevillistas tendrán un pensamiento exactamente igual, para variar en esta ocasión, aunque no lo hayan expresado en la cita que tuvo lugar en el Ramón Sánchez-Pizjuán contra el Independiente del Valle.

Horario impropio

Pero el poder de los euros cambia todas las opiniones y Sevilla y Betis se medirán en un horario impropio del fútbol, a las cinco de la madrugada, hora española, en el estadio Akron, donde juega habitualmente el Chivas de Guadalajara, en el estado de Jalisco. Se trata de un moderno recinto de casi 50.000 espectadores (49.850 concretamente) inaugurado en julio de 2010.

La distancia entre Sevilla y Guadalajara.

Por mucho que se trate de un amistoso, es evidente que la eterna rivalidad entre sevillistas y béticos, béticos y sevillistas, dota al encuentro de esa dosis de picante que tanto gusta en el país de acogida de este nuevo derbi, sin duda el que más lejos de Sevilla se ha disputado hasta el momento. Los dos equipos querrán ganar a toda costa, pero han transmitido hasta ahora que están muy lejos de su mejor estado de forma, algo que tampoco está muy lejos de la lógica a estas alturas de la pretemporada.

Trayectorias

El Sevilla arrancó con dos triunfos en sendos enfrentamientos contra el Córdoba (2-0) y el Ceuta (5-2), después empató con el Independiente del Valle (1-1), perdió con una pésima imagen ante sendos segundas alemanes, Hansa Rostock (2-1) y Magdeburgo (3-1), y empató hace unos días en Detroit contra el Crystal Palace (1-1). El Betis, mientras, comenzó con sendas derrotas por 3-1 frente al Braunschweig y el Mónaco, también con una decepción para los suyos, sobre todo frente al segunda germano; venció al Middlesbrough inglés (0-1) y empató contra el Burnley (1-1) en Huelva.

Es tiempo, de cualquier forma, para acumular minutos en las piernas de todos los futbolistas, ni siquiera están conformadas las plantillas definitivas para el curso en ninguno de los dos equipos, pero es igual de cierto que la Liga cada vez está más cerca y el Sevilla-Valencia y el Villarreal-Betis se anuncian ya en las respectivas cartelerías en menos de dos semanas. Por tanto, ahí habrá ya puntos en juego y conviene ir ajustando todo lo que se pueda a estas alturas para estar más cerca de arrancar con buen pie en el torneo liguero 23-24.

Incógnitas

Sea lo que sea, y con las alineaciones iniciales como auténticas incógnitas debido a que tanto Manuel Pellegrini como José Luis Mendilibar prefieren en este arranque de agosto repartir las cargas de trabajo por encima de los ensayos más tácticos, un Sevilla-Betis siempre es un Sevilla-Betis y eso le añade ese pique lógico por mucho que se juegue a casi 10.000 kilómetros de distancia y a esa horita de las cinco de la madrugada española. Sí tendrá cierto morbo ver si Isco debuta con la camiseta verdiblanca cuando hace más o menos un año se ponía por primera vez la sevillista en su presentación en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Son algunas de las incógnitas a resolver en Guadalajara, Jalisco, México, muy lejos de Sevilla, y allí es donde se disputa el primer derbi del curso por el poder de las ideas expansivas de LaLiga para vender su marca allá por Norteamérica y por los correspondientes euros, claro, que ingresarán ambas tesorerías en estos tiempos en los que tan necesitadas están de ello. Sin entrar en medirlas a fondo, ahí sí coinciden también los dos, así que bienvenido sea ese ingreso extra por mucho que se desnaturalice algo tan sevillano como es el derbi futbolístico.