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Un proyecto modesto encaminado a no sufrir

  • Lopera renovará a Chaparro si el Betis queda clasificado por encima de la décima plaza

El beticismo ya sabe a qué atenerse. La cláusula por la que Paco Chaparro cumpliría la segunda temporada a la que tiene derecho según el contrato que firmará esta misma mañana en la sede del club, es elocuente. El técnico trianero seguiría un curso más en el Betis si logra dejarlo clasificado por encima de la décima posición de la tabla, es decir, en el ecuador de la misma.

Hasta ahí llegan las aspiraciones de Manuel Ruiz de Lopera, a salvar el curso decentemente sin pasar los apuros de campañas anteriores, en las que ha sido el propio Paco Chaparro el hombre clave para que el Betis no se haya despeñado -este curso finalizó decimotercero-. El técnico trianero, que ya dio muestras de ambición cuando renunció a cobrar cantidad extra por dejar al equipo en Primera, sí aceptó esta condición para la renovación automática por verla más cercana a los objetivos reales del club. Amén, Chaparro dejó atadas primas por títulos y clasificaciones europeas.

Aunque la pregunta que surge inmediatamente es saber con qué contará el entrenador verdiblanco para cumplir el objetivo trazado de dejar al equipo en Primera sin fatigas, ya que si éste no se refuerza convenientemente quizá fuese más real fijar el mismo en el mantenimiento de la categoría aun en la última jornada.

En principio, Chaparro desea seis fichajes, aunque la inversión irá destinada a cuatro puestos que juzga importantes y en los que, año tras año, ha fracasado la secretaría técnica. Así, ha convencido al máximo accionista de que los 9 millones de euros destinados a fichajes más algún dinero extra que pueda entrar por los traspasos deben ir encaminados a la contratación de un defensa central, dos centrocampistas, uno de ellos de contención y otro más organizador; y un delantero, que bien pudiera ser un extremo derecho si saliese Odonkor. En los laterales, el técnico podría conformarse si no quedase dinero suficiente con dos futbolistas de un perfil más bajo que al menos compitiesen y apretasen a Fernando Vega y Damià.

Ésta es la idea inicial, porque todo va a depender en demasía de las salidas. Chaparro, como ya informamos días atrás, ha arrancado de Lopera la promesa de que el club escuchará ofertas por todos sus futbolistas y que serán el entrenador y Manuel Momparlet, asesorados también por sus ayudantes, quienes tomarán la determinación de si son traspasados o no. Claro que será el máximo accionista quien deba trasladar las ofertas que le lleguen y, sobre todo, valorar la cuantía económica de las mismas, ya que suele resistirse a perder dinero y la plantilla actual está muy devaluada. La garantía, en este caso, es su palabra, ya que no hay nada firmado.

Lógicamente, hay algunos futbolistas que entran menos que otros en los planes de Chaparro, pero si el mercado no acaba de señalarlos y sí a otros, la estrategia podría cambiar. Así, no tiene sentido hablar de Sobis, Babic, Ilic, Odonkor, Ricardo...

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