Las secuelas del encuentro ante el Real Madrid, aparte de las anímicas por la derrota cuando el Sevilla ya acariciaba un nuevo título europeo, se acumulan en el sistema defensivo del entramado futbolístico de Jorge Sampaoli. Si bien es cierto que el entrenador argentino tiene este concepto de alguna manera en un segundo plano en su idea futbolística, tampoco hay que olvidar que en el fútbol de alta competición cuesta puntos, derrotas, eliminaciones y títulos.

La dura exigencia que algunos jugadores del Sevilla tuvieron que soportar en Trondheim, con futbolistas tocados físicamente sin poder tener acceso a cambios en la prórroga, tendrán probablemente su reflejo en el próximo compromiso oficial de los nervionenses, ante el Barcelona el próximo domingo en la ida de la Supercopa de España.

El club informó ayer a través de su departamento médico de que hoy someterá a diferentes pruebas a Carriço, Iborra y Pareja, cuya presencia ante los de Luis Enrique está por ver. En el caso del portugués, de cualquier forma, es segura, ya que no podrá jugar por sanción, al igual que Kolodziejczak, al ser expulsado en la final de la Copa del Rey. Carriço, según informó el Sevilla, tiene una sobrecarga en el isquiotibial derecho, al igual que Nico Pareja, en el caso del argentino arrastrada desde la pretemporada, en la que, como reflejo a su lesión en la rodilla, le impidió completar todas las sesiones.

Igualmente, Iborra, que actuó como vértice más adelantado de ese triángulo defensivo en la zona del pivote de cierre, regresó de Noruega con molestias en el abductor derecho.

A todo esto hay que sumar que Kolodziejczak, el único central sano junto a Rami, no podrá ser alineado tampoco por Sampaoli ante el Barcelona al ser sancionado con cuatro partidos en el último encuentro de la Liga pasada en Bilbao por insultar al árbitro asistente, castigo que, debido a su gravedad, debe cumplir en los primeros partidos oficiales organizados por la RFEF. El francés ya se perdió la final de la Copa del Rey y será baja también ante el Barça.