Al frente de la campaña del PSOE en Sevilla en estas elecciones está por primera vez Sonia Gaya. Es concejal en el Ayuntamiento de Sevilla y fue la última consejera de Educación en el Gobierno de Susana Díaz, tras una larga experiencia como profesora de Secundaria y diferentes responsabilidades en UGT. Ha asumido la dirección del comité electoral en su condición de secretaria de Organización de la formación en Sevilla, tras la muerte de José Muñoz, veterano en esos lares.

¿En qué medida una campaña de diez días y tras una legislatura fallida condiciona el trabajo en un partido como el PSOE?. "En gran medida", corrobora la responsable del comité electoral, que admite que ello ha obligado "a calentar motores" y a ponerse en clave electoral mucho antes.

Aunque las estrategias por las que ha apostado el PSOE para esta campaña no son muy distintas a las de otras: una "campaña muy de proximidad", "de tú a tú", repite su responsable, y que el partido puede permitirse quizá más que otros, por su implantación en el territorio y su numerosa militancia. Asegura que no se contrata a equipos específicamente para la campaña.

Una de las novedades en la organización para este 10-N es que hay un subcomité electoral para la ciudad de Sevilla, con Juan Espadas al frente, distinto al del resto de la provincia. Fernando Rodríguez Villalobos repite en el de estrategia.

En el PSOE, como en el resto de partidos, son conscientes de que hay "hastío" y de que uno de los retos es combatir la desmovilización, convencer a la gente de que es importante que vaya a votar el 10-N. “La política nacional afecta” a todos, hasta el último rincón de la provincia. “Todo es política” y en los próximos años se decidirán cuestiones muy importantes, resume Gaya, que añade que “estas elecciones son muy de izquierdas o de derechas, de bloques, y las derechas ya han dicho que si suman gobernarán juntas”.

Más que en las sempiternas inversiones en infraestructuras que dependen de Madrid y sólo salen a trompicones, los mensajes de los socialistas sevillanos –con alrededor de un centenar de actos previstos, entre reuniones sectoriales, asambleas abiertas y mítines desde la precampaña– se están centrando en "cuestiones muy concretas" de esas políticas de país que están en juego: el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que afecta a tantos trabajadores, especialmente a los jóvenes, incide Gaya; en las políticas de vivienda; en las pensiones; en la política exterior y en los aranceles de Trump y cómo el Gobierno trata de hacerles frente, enumera.

También hablan de educación, de la necesidad de derogar la Lomce y hacer una nueva ley “por consenso”. Igualmente, en sus mensajes está presente la sanidad universal y gratuita.

Una asamblea con militantes en El Palmar de Troya, con Beatriz Carrillo, número 3 al Congreso por Sevilla.

"Nos cuesta entender el tema del copago, por que nunca hemos visto peligrar la sanidad pública", dice Gaya. Pero todo eso “tiene que garantizarlo el Estado”. Sanidad y Educación son los temas, precisamente, de dos reuniones sectoriales, convocadas para esta campaña, con el reto de hacer llegar los planteamientos del PSOE a colectivos afectados.

En la campaña socialista está siendo muy importante el "puerta a puerta en los pueblos", insiste, con los 73 alcaldes y los representantes municipales donde no gobiernan. Gaya reconoce que el discurso de los mítines no llega. En ese feedback con los vecinos, el mensaje es el mismo, que las políticas nacionales les afectan y que es importante ir a votar.

Preguntada por las redes sociales, señala que también están siendo importantes para transmitir determinados mensajes, que llegan así a más gente, pero que no las utilizan para “hacer trampas”.

La coordinadora del comité electoral reconoce que el hecho de que el PSOE no esté en el Gobierno andaluz también hace diferente esta campaña, aunque "no es cuestión de comparar el anterior gobierno con el de ahora", sino de explicar cómo desde un gobierno se puede actuar para afrontar los problemas y apostar por "políticas de equidad", que significan que todo llegue a todos, frente a las de la derechas que en las que "sólo vale lo que tiene una eficiencia económica".

Tal vez por ello, se buscó un barrio obrero o "de trabajadores y trabajadoras", como Pino Montano, para el mitin con el que Pedro Sánchez abrió campaña a nivel nacional la noche del pasado viernes.