Lady lord: un 'dandy' con muchas curvas

Este invierno la tendencia es darle un toque masculino a los 'looks' más femeninos y dulces

Moschino subió a la pasarela la tendencia de vestir a la mujer con prendas masculinas.
Moschino subió a la pasarela la tendencia de vestir a la mujer con prendas masculinas.
María José Pérez

01 de septiembre 2013 - 01:00

El mundo de la moda siempre se ha propuesto ensalzar la figura femenina. Es más, hay pocas mujeres que no sientan el efecto beneficioso de un conjunto favorecedor: el ánimo sube automáticamente y la confianza en una misma aumenta hasta límites insospechados.

Los revival son muy habituales temporada tras temporada, confirmando así ese "todo vuelve", premisa tan propia de sabias madres y abuelas. Décadas anteriores en las que, marcando cadera o cintura, con líneas más ajustadas o lánguidas, más recargadas o minimalistas, siempre se realzan las curvas propias del cuerpo femenino. Pero este próximo otoño-invierno, la máxima será la ambigüedad.

Conviviendo con otras tendencias que vienen pisando igualmente fuerte, como puede ser la influencia del movimiento punk o de la inspiración de los años cincuenta, con vestidos de corte muy lady y cinturas marcadas hasta el extremo, la que se perfila como la moda ganadora para estos meses de frío es la masculina.

Sombreros dandy, corbatas, tejidos de tweed o de raya diplomática, pantalones de pinzas, blazers de grandes dimensiones, abrigos tres cuartos... piezas que bien podrían pertenecer al armario de cualquier hombre pero que las mujeres pueden tomar con total libertad, dejando de lado la reivindicación de las formas que las caracterizan y jugando (al fin y al cabo, una de las mejores facetas de la moda) a transmutarse y explorar los límites de su estilo. Ellas llevarán los pantalones, nunca mejor dicho. Y si es con pinzas y de influencia british, todavía mejor.

Como sucede con todas las tendencias (por suerte), ésta también puede degustarse en versión total look con los trajes de sastre, que viven una segunda edad de oro tras la década de los años noventa, o diluida en pequeños toques que darán un contrapunto divertido y masculino a looks de aire más femenino.

Así, podremos ver trajes de dos piezas, compuestos por pantalones de pinza de tiro alto y americanas, en tejidos y cortes más clásicos (rememorando a un auténtico lord inglés) o con un aire más depurado y minimalista, siguiendo el estilo que un día impuso Calvin Klein. ¿Un plus para estos últimos? El color blanco, que se niega a irse junto con el calor o las rayas.

Si la opción de traje y camisa es demasiado arriesgada, se pueden elegir algunos complementos, como corbatas, sombreros, relojes y, sobre todo, zapatos, preferentemente en tonos oscuros. Harán una buena pareja con faldas de corte evasé, blusas con lazadas de aire lady o, por qué no, los vestidos más femeninos.

Asaltar los armarios de los hombres que se tengan más cerca este invierno será la clave para darle el toque de moda a los looks que abrigarán unas preciosas (y semi ocultas) curvas.

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