La ex concursante de Supervivientes Saray Montoya obtuvo este miércoles una orden judicial de que su suegro y cuñado, a los que acusa de intento de asesinarla, no se acerquen a menos de 200 metros de ella, su madre y su hija y no comuniquen con ellas por ningún medio.

Así lo decidió el juez de instrucción 7, que investiga la denuncia de Saray contra su suegro y su cuñado por dos intentos de asesinato, lesiones y allanamiento de morada por las agresiones que sufrieron ella y su familia en su propio domicilio del Cerro del Águila a finales de julio.

El juez ordenó a la Policía comunicar el auto a los implicados Nicolás R.S. y su hijo Nicolás R.S., que a partir de entonces, si se acercan a las afectadas o comunican con ellas, “cometerían además un delito de quebrantamiento de orden judicial”, declaró a los periodistas la abogada de Saray, Patricia Catalina.

Saray afirmó, por su parte, que se siente muy satisfecha de esta decisión pero “sigo esperando que se entreguen o que la Policía los detenga” porque no sabe el paradero de los denunciados, aunque tiene la certeza de que siguen en Sevilla.

“Los daños más fuertes son del corazón”

Saray fue atendida en el hospital de 13 puñaladas en diferentes partes del cuerpo, su hija Naiara, de 20 años, recibió una puñalada en el pecho cerca del corazón y su madre tuvo que recibir puntos en el ojo izquierdo, por lo que en este caso la acusación es por un presunto delito de lesiones.

Todavía con un brazo cubierto por un apósito, Saray aseguró que “los daños más fuertes que sufro son los del corazón porque la familia de tu marido es también tu familia" y por eso "no le entra en la cabeza” lo sucedido pues el denunciado es también el abuelo de su hija.

La abogada de Saray explicó a los periodistas que las tres mujeres ratificaron este miércoles su personación en la causa abierta y se declaró aliviada de la orden de alejamiento obtenida porque “teníamos pánico de que les sucediera algo más grave”.

Cuando se acuerda una decisión de este tipo “es porque existe un riesgo objetivo para la víctima de sufrir cualquier daño”, circunstancia que en este caso “es obvia por la gravedad de las lesiones que sufrieron” y más en un caso como el presente en el que “no sabemos donde están los agresores”. “Es una manera de protegerlas para que no vuelva a ocurrir”, según la letrada.

Recordó Patricia Catalina que “llevamos 18 días esperando que se entreguen”, tanto los familiares de Saray como los otros dos denunciados.