Crimen del comerciante chino

El acusado de matar al comerciante chino de Carmona se atrincheró en su casa durante 10 horas

  • Los agentes de la Guardia Civil declaran ante el tribunal del jurado que fueron recibidos "de forma muy hostil"

El Gonso, a la salida de los juzgados tras ser enviado a prisión

Los agentes de la Guardia Civil que participaron en la detención de Alfonso G. R, conocido como Gonso, después de que hubiera matado a un comerciante chino en Carmona en mayo de 2018, han destacado ante el tribunal del jurado que la actitud del acusado fue "muy hostil" y "amenazante". El acusado, que acumula un largo historial de detenciones, es "un viejo conocido" de varios de los guardias civiles de Carmona, se "atrincheró" desde las 21:00 hasta 7:00 en su domicilio cuando los agentes fueron a detenerlo por la muerte de Jian Lin Wan. El Ministerio Fiscal solicita para el acusado 19 años de prisión por un delito de asesinato (o 15 años en caso de que no se apreciara alevosía y sí la circunstancia de abuso de superioridad); cuatro años y seis meses de cárcel por un delito de robo con violencia en establecimiento abierto al público, y cuatro años y medio de prisión por un delito de atentado con la agravante de reincidencia,

Según declaró el teniente de la comandancia de Carmona, acudieron a buscar a Alfonso G. R., al identificarlo como el agresor del comerciante chino por las imágenes de una cámara de vigilancia de la zona donde ocurrieron los hechos, la Puerta de Sevilla. Una vez en el domicilio del acusado, comenzó a negarse a irse con ellos, primero con evasivas, "aunque respondiendo cada vez de una forma más agresiva". Uno de los agentes explicó que llegó a ver "llamaradas naranjas" y a notar "un fuerte olor a gas" mientras que el acusado les amenazaba con matar a su familia y les lanzaba comida. Incluso cuando uno de los guardias civiles intentó asomarse por la mirilla de la puerta, "sacó una varilla de paraguas por el agujero y menos mal que retiró el ojo a tiempo". 

La actitud fue tan hostil que, en un momento determinado Gonso, que ya había salido a la puerta de la casa blandiendo una barra contra los agentes, abrió la puerta y lanzó un cóctel molotov (una botella de cristal con gasolina y aceite y una mecha) contra los agentes que, afortunadamente no llegó a estallar al apagarse la mecha antes de impactar en el suelo.

Los agentes que estuvieron en casa de la madre buscando a Alfonso explicaron que la encontraron limpiando sangre del coche, y que aseguró desconocer en ese momento dónde estaba su hijo. La madre, que también compareció como testigo ante el tribunal, dijo que esa tarde Gonso llegó exigiéndole 30 euros y ella avisó a su hija para que viniera con el dinero y le ayudara a controlar la situación puesto que el acusado había roto de un puñetazo la luna trasera de su vehículo cuando se negó a darle el dinero. "Cuando tuvo los 30 euros cogió la bici de mi nieto y se fue a por droga. Al volver, le dejé el coche a mi hija para que se llevara a su hermano a su casa y ya no supe nada más". Sobre su hijo, la mujer añadió que estaba "enfermo por la droga y tanto él como nosotros somos víctima de la sociedad".

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