Negligencia médica

Una familia de Tomares denuncia a 8 médicos de Barcelona por la muerte de su madre tras la colocación de una válvula mitral

  • Consideran que la muerte de la paciente, de 78 años, se debió al "más absoluto abandono, desidia o delación de las elementales obligaciones de los facultativos" que la atendieron

Una operación de corazón, en una imagen de archivo.

Una operación de corazón, en una imagen de archivo. / D. S.

Una familia de Tomares ha denunciado a ocho médicos de una clínica privada de Barcelona por delitos de homicidio imprudente y lesiones, en relación con la muerte de su madre, una mujer de 78 años, tras la colocación de una válvula mitral y la muerte se produjo, según los denunciantes, por una grave "inobservancia de las más elementales normas de la praxis médica" debido a una endocarditis infecciosa.

El hijo de la fallecida, M. S. N., ha explicado a este periódico que la querella presentada contra los ocho médicos ya ha sido admitida a trámite por un juzgado de Barcelona y se ha requerido al médico forenses para que haga un informe sobre los hechos denunciados y examine a su vez el informe pericial aportado por la familia, en el que dos expertos y reconocidos cardiólogos ponen de manifiesto las diversas negligencias médicas que se han producido.

La familia considera que los hechos constituyen un delito de homicidio imprudente y lesiones por el "quebranto de la más elemental lex Artis en el ámbito de la cardiología", por cuanto las negligencias denunciadas "no constituyen un simple error de diagnóstico, sino que suponen una equivocación burda, inexplicable, absurda motiva por el más absoluto abandono, desidia o dejación de las más elementales obligaciones de los facultativos que atendieron a la paciente". Así, señalan que la endocarditis infecciosa es el "síndrome principal de las infecciones cardiovasculares que es, además, una complicación muy frecuente en los dispositivos ventriculares, como en este caso".

Los hechos se remontan a julio de 2019, cuando el esposo de la fallecida acudió a un hospital privado de Barcelona para someterse a una operación de cadera y la familia valoró la posibilidad de que su mujer, E. S. M., se operara de una sustitución de la válvula mitral, una operación que se programó para el mes de septiembre. Sin embargo, los familiares de la mujer aprovecharon la operación y convalecencia del padre para intentar que la madre se operara también en esas fechas, con la idea de que dos hijas que residen en el extranjero aprovecharán el viaje para estar en la operación de sus dos padres y todo ello, teniendo en cuenta que la operación de cambio de la válvula mitral es una de las "más estandarizadas en cirugía cardíaca".

De esta forma y tras buscar varias opciones, la familia decidió que la operación la realizara el doctor X. R. B. y su equipo, por las "magníficas referencia del mismo en su propia página web, en la que se expresa que la revista Forbes lo califica como uno de los cinco mejores médicos y especialistas en cirugía cardiovascular de España", según recoge la querella, a la que ha tenido acceso este periódico.

La operación de E. S. M. se llevó a cabo finalmente el 11 de julio de 2019 y a pesar de que la paciente había solicitado que le implantaran una válvula biológica, el doctor X. R. B. le colocó una una mecánica. Seis días después de la intervención, el 17 de julio, un ecocardiograma detectó una fuga de la válvula, pero los médicos contra los que se dirige la querella "no hicieron absolutamente nada ante los resultados" de esta prueba, que había revelado una "evidente y clara sintomatología de endocarditis infecciosa precoz", como sostienen los peritos propuestos por la acusación, que consideran que se trata de una primera negligencia "grave" al no tomar la medidas para asegurar o rechazar un diagnostico de endocarditis infecciosa.

La paciente pasó varios días en la UCI y el 9 de agosto, se produjo, según la querella, otra actuación negligente, cuando otro facultativo le realizó una punción pleural "sin que existiera consentimiento informado por la paciente y en unas condiciones completamente anormales para dicha práctica".

Otro ecocardiograma realizado el 16 de agosto evidenció nuevamente la endocarditis infecciosa, pero se actuó de forma contraindicada, puesto que, según explica el hijo de la fallecida, lo "obligatorio en estos casos es quitar la prótesis, limpiar la zona y volver a colocar otra" válvula. Esa habría sido "la única forma de salvarle la vida", asegura la querella, que añade que uno de los médicos le comunicó a los familiares que había una fuga de la válvula que "o cerraba sola o había que reintervenir" a su madre.

Rotura de la vena renal y extirpación de un riñón 

La familia planteó, tras buscar otras opciones, que se cerrara dicha fuga mediante un catéter o cierre percutáneo, que se llevó a cabo el 22 de agosto y que le provocó nuevas complicaciones con la "rotura de la vena renal precisamente por el cateterismo llevado cabo", lo que causó un shock hemorrágico muy severo, con parada cardiorrespiratoria que obligó a la "extirpación de un riñón y a la adopción de medidas avanzadas de tratamiento en la UCI que incluyeron la ventilación mecánica, hemodiálisis y ultrafiltración".

Tras esa intervención, la mujer permaneció en la UCI y su "extraordinaria fortaleza física le permitió ir recuperándose poco a poco, llegando a plantearse incluso hacer una traqueotomía par que pudiera servir de puente para ir suprimiendo la ventilación mecánica, porque la paciente llevaba ya muchos días sujeta a ventilación".

El 23 de agosto, el doctor X. R. B., que la había operado, se reunió con los familiares a su regreso de las vacaciones, pero desde que regresó de las mismas "no se interesó en absoluto por la paciente ni por dar las oportunas explicaciones a su familia". El 3 de septiembre se le hizo un hemocultivo, primero que se le realiza "56 días después de que se detectara la existencia de una imagen compatible con una verruga endocardítica".

La mujer falleció el 14 de septiembre y según los peritos de la familia la muerte no fue por una "miocardiopatía valvular", como sostuvo otro de los doctores contra el que se dirige la querella, sino que se debió a una "endocarditis infecciosa precoz sobre válvula protésica por estafilococo hemofílico, por la actuación gravemente negligente de X. R. B. y su equipo", añade que la querella, que agrega que la clínica privada, a la que consideran responsable civil subsidiario, no colaboró en absoluto con la familia ante la reiterada petición de información sobre la paciente.

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