Fiscal, acusación particular y defensa han acordado la petición de 15 años de cárcel para Manuel P. A. por asesinar el 25 de noviembre de 2020 a Trinidad F. B., una mujer de 61 años, con un  80% de incapacidad visual y dificultad de movilidad. La mujer murió tras una paliza en la que recibió más de 43 golpes del acusado en el domicilio que, junto a otras tres personas, compartían en Torreblanca. A partir de ahora será el jurado quien determine cómo ocurrieron los hechos tras la entregad del objeto de veredicto el próximo martes.

Las sesiones del juicio que ha estado celebrándose desde el lunes 21 de febrero en la Audiencia de Sevilla han concluido con las palabras del acusado, que ha ejercido el derecho a la última palabra para volver a mostrar su arrepentimiento por lo ocurrido. ": Ojalá pudiera dar marcha atrás y cambiarme por ella, que yo estuviera muerto. Pido perdón a su familia. He hecho un daño irreparable", aseveró.

De este modo, además de los 15 años por un delito de asesinato, las partes han solicitado en sus conclusiones finales  480 euros de multa por los delitos de amenazas, la misma cantidad por los dos delitos de lesiones y 240 por la estafa. Además, la acusación particular pide que, un vez cumplidos los 15 años de cárcel, Manuel P. A. no pueda acercarse y comunicar con los familiares de la víctima. La defensa se ha opuesto a este punto.

En un primer momento, la Fiscalía solicitaba 20 años de cárcel por el asesinato y tres años de cárcel por los dos delitos de amenaza. La acusación particular pedía la prisión permanente revisable por el asesinato. 

La fiscal considera que, a la hora de solicitar la penas, debe tenerse en cuenta el reconocimiento de los hechos que el acusado hizo durante su declaración en el juicio, además del "sincero arrepentimiento mostrado entonces" y la consignación de 1.500 euros por parte de Manuel P. A. como muestra de reparación del daño. "Hay atenuante por consumo de alchohol y pastillas que queda acreditado por las declaraciones de todos los que convivían en la casa. Todos testificaron que habían estado consumiendo la noche anterior", explica la fiscal. "Este consumo afectó a la capaciddad cognitiva y volitiva de Manuel y el informe del psiquiatra forense señala la dependencia que el acusado tiene de estas sustancias", añade.

Trinidad F. B. murió a causa de un fuerte golpe en la cabeza tras recibir una brutal paliza que le causó hasta 43 lesiones contusas, la rotura del bazo y la laceración de un riñón. La mujer, que vivía en la calle junto a otras tres personas, tenía dificultad de movilidad y se desplazaba ayudándose con una muleta. Sus compañeros y ella fueron invitados por el acusado a dormir en su casa a cambio de un alquiler. Durante unos días, no hubro problemas de convivencias hasta que Manuel P. A. "bajo los efectos del alcohol y las pastillas" tuvo una discusión con dos de ellos, que huyeron de la vivienda tras recibir varios golpes y amenazas, dejándola allí.

En algún momento de la madrugada del día 26 de noviembre, Manuel P. A. y Trinidad discutieron y él empezó a golpearla. Ella intentó defenderse, "pero la diferencia de edad entre ambos, de más de 30 años, y la discapacidad de la víctima", hizo que la mujer cayera al suelo, donde él siguió golpeándole u dándole patadas.