Jruado Popular

El acusado de matar a una mujer en Torreblanca reconoce haberle dado una paliza

El acusado de matar a una mujer en Torreblanca ante el tribunal

El acusado de matar a una mujer en Torreblanca ante el tribunal / Juan Carlos Vázquez

El acusado de haber matado a Trinidad F. B., una mujer de 61 años que tenía un 80% de discapacidad visual, ha reconocido ante el tribunal del jurado que le dio una paliza. El motivo, supuestamente era conseguir más dinero por el alquiler del piso que compartía con otras cinco personas en Torreblanca, entre ellas el procesado. Manuel P. A. Además del arrepentimiento por lo ocurrido y de recordar que ha consignado 1.500 euros para "reparar el daño", Manuel P. A. ha afirmado que todo pasó "bajo los efectos de las pastillas y del alcohol".

eDurante el juicio que se está celebrando en la Audiencia de Sevilla, explicó que ofreció a la fallecida, y a otras cuatro personas que estaban durmiendo en la calle, una habitación en su domicilio de Torreblanca a cambio de 100 euros. Durante los primeros días no hubo problemas hasta que después de una tarde "donde consumimos alcohol, trankimazín, lyrica" y según los otros ocupantes del piso también fumaron base de coca. Cuando se despertó, siempre según la versión del acusado ante el tribunal, cogió del pelo a una de ellas y la amenazó, empujando y pegando a otros. "Se marcharon todos del piso y me quedé con Trinidad. Discutí con ella y le dí una paliza. Me fui del piso y cuando volví me acosté. Al despertarme al día siguiente vi que estaba muerta". Afirma que, a pesar de la dificultad de movilidad que presentaba la víctima, "ella se defendió dando manotazos".

Manuel P. A. está se enfrenta a una petición de condena de la Fiscalía de 20 años de cárcel por el asesinato; tres años por dos delitos de amenazas, 1.200 euros por dos delitos leves de lesiones y 600 euros por otro de estafa, así como el pago de 180.000 euros a los hijos de la fallecida. Por su parte, la acusación particular solicita la prisión permanente revisable al considerar la especial vulnerabilidad de la víctima.

Aunque la Fiscalía asegura que Trinidad usaba dos bastones para andar tras una intervención de columna cervical hacía cinco años, el acusado y una de las parejas que compartían la casa de Torreblanca con ella aseguran que sólo usaba una muleta cuando "se empastillaba o bebía", según la pareja formada por Antonia y Eloy, que declararon como testigos aunque fueron procesados en un primer momento de la investigación. Ambos aseguran que la víctima no huyó con ellos cuando el acusado atacó a Amine y a Keysha "porque me dijo que se quedaba porque estaba muy cansada". Ambos niegan haber visto a Manuel golpear a Trinidad.

Según Eloy, la tarde del 24 de noviembre, cuando todos estaban en casa, los hombres fueron a sacar dinero con la tarjeta de Trinidad para pagar comida y bebida. El dinero sobrante "menos el alquiler que había que pagar a Manuel y el que me debía, porque yo me dedico a prestar dinero" se le dio a ella, asegura el testigo. Aunque tampoco vio al acusado pegar a la víctima, declaró que salió de su cuarto al oír unas voces, encontrándose al acusado atacando de Amine "y le di un tragantón a Lolo" y nos fuimos los cuatro. A preguntas de la fiscal, negó que la víctima tuviera algún tipo de lesión cuando se marcharon del domicilio.

Más tajante fue laentonces pareja de Amine, Keysha, quien nada más sentarse en el estrado afirmó que Trinidad era "una señora muy amable" y "no había ninguna razón para la bestialidad y brutalidad con la que el señor Manuel le arrebató la vida". La testigo, que venía directamente desde la cárel al declarar, recordó que fueron al piso porque Antonia la llevó a Torreblanca y que tuvo sus reticencias a la hora de compartir el piso porque ella se gana la vida "con el cuerpo y la belleza que tengo; ustedes me entienden" y, de hecho, solo estuvo en el piso dos días. "La discusión comenzó porque Lolo me cogió del pelo y amenazándome con un cuchillo me exigió que le pagara el alquiler. Amine, que era mi pareja entonces salió y él le pegó". Es la única de las testigos que asegura que el acusado golpeó en la cara a Trinidad. Respecto al dinero que la fallecida tenía en la cuenta, Keysha declaró que Antonia era quien disponía del dinero de la víctima y sabía cuánto tenía.

La capacidad intelectual de una niña de 12 o 13 años

Por su parte, las hijas de la fallecida explicaron que su madre tenía una incapacidad psíquica, además de la visual, puesto que actuaba como una niña de 12 o 13 años. "Tenía un tratamiento crónico con parches de morfina y nolotil y llegó a estar interna en un centro psiquiátrico. Era muy buena y vulnerable y se dejaba aconsejar por todos", explicó una de las hijas.

Según la Fiscalía, Manuel A. P. golpeó a la víctima con un tubo de aluminioen la cabeza. Al ver lo que estaba haciendo el acusado, otra de las inquilinas, Keysha, le recriminó su comportamiento, por lo que el investigado se dirigió hacia ella y le puso un cuchillo en el cuello, amenazándola a la vez que le cogía del pelo y le insultaba. En este momento, y al oír los gritos, Amine se levantó y, al ver lo que estaba sucediendo, intentó mediar, pero el acusado se dirigió hacia él pidiéndole más dinero, hasta el punto de coger un bate de béisbol y amenazarlo con agredirle si no le pagaba, manifestando este varón que ya le había dado 100 euros. La Fiscalía añade que, al oír los gritos, otra de las personas que estaba de alquiler en el piso salió de su habitación y se dirigió al salón, viendo cómo el acusado se encontraba pegando con una cuerda a dos de los inquilinos. Finalmente, los cuatro lograron huir de la vivienda y la dejaron a solas con el investigado. 

Brutal paliza

El acusado aprovechó esta circunstancia y el estado de inferioridad en el que se encontraba la víctima por su estado de salud y falta de movilidad, comenzando a discutir con ella hasta el punto de empujarla al suelo, donde, “con el fin de atentar contra su vida”, comenzó a golpearla “de manera reiterada” haciendo uso de objetos contundentes y con patadas y puñetazos, “lo que aumentó de manera innecesaria el sufrimiento” de la mujer. Entre los mecanismos que el acusado utilizó para “aumentar el sufrimiento” de la fallecida, el Ministerio Fiscal enumera maniobras de asfixia por estrangulación a mano, traumatismo torácico, abdominal y lumbar, para finalmente producirle un traumatismo craneoencefálico severo que ocasionó la muerte de la mujer, quien “estuvo consciente durante todo el tiempo que duró la agresión, teniendo capacidad de reacción y defensa hasta el momento que quedó inconsciente debido al traumatismo craneoencefálico”. La Fiscalía concluye que el acusado, "con el fin de obtener un inmediato e ilícito beneficio patrimonial", hizo uso de la tarjeta de crédito de la víctima el día 25 de noviembre, realizando una compra en Amazon por valor de 68,98 euros, unos botines, según uno de los testigos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios