Un joven ecijano de 21 años con graves lesiones por la vacuna del Covid denuncia el retraso del proceso judicial

Indemnización de más de un millón

El juicio sobre las graves secuelas por la vacuna Comirnaty de Pfizer permanece bloqueado en la Audiencia Nacional desde hace dos años

La aseguradora de la Junta de Andalucía y la Consejería de Salud no cierran el acuerdo sobre la indemnización reclamada de más de un millón de euros

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Enfermeras de un hospital tratan a un paciente con Covid en la UCI.
Enfermeras de un hospital tratan a un paciente con Covid en la UCI. / M. G.

Un joven de Écija que, con 21 años, quedó postrado en silla de ruedas tras desarrollar mielitis transversa tras recibir la segunda dosis de la vacuna contra la COVID-19, ha denunciado el retraso del proceso judicial. Más de dos años después de iniciar el proceso en la Audiencia Nacional, el retraso en la emisión de la sentencia profundiza la incertidumbre sobre su futuro y el de su familia, quienes aún no cuentan con respuestas definitivas por parte de las autoridades sanitarias ni indemnización tras las graves secuelas neurológicas sufridas.

La causa judicial, que se tramita en la Audiencia Nacional en Madrid desde el 2023, refleja la dificultad de poner de acuerdo a la aseguradora de la Junta de Andalucía y la Consejería de Salud respecto a la reclamación judicial de una indemnización superior al millón de euros por daños permanentes. Pese a que la administración regional no descarta públicamente su posible responsabilidad, según ha afirmado el abogado Fernando Osuna, que representa al denunciante, hasta la fecha no ha habido avance hacia una resolución amistosa ni acuerdo extrajudicial que garantice la atención adecuada y establezca un resarcimiento económico proporcional.

Evidencias médicas y situación legal

El caso cuenta con informes médicos periciales firmados por especialistas del Servicio de Neurología de distintos centros hospitalarios españoles. Uno de los facultativos ha dictaminado lo siguiente con respecto al joven astigitano: 'Mielitis transversa en relación temporal con la segunda dosis de vacuna COVID', estableciendo el vínculo temporal inmediato entre la inoculación y el inicio de la sintomatología. Otro experto concluye de forma más categórica que se trata de "mielitis-vacunal (Pfizer CV-19) con afectación tetraapendicular", es decir, una afectación de los cuatro miembros, unido a dificultad respiratoria breve. Es decir, los propios clínicos sostienen que las lesiones presentadas corresponden a un cuadro neurológico excepcionalmente infrecuente vinculado a la administración de Comirnaty.

Por su parte, el informe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano, que obra en el expediente administrativo, recoge que 'no consta en los informes presentados que el paciente hubiera sufrido un cuadro similar con anterioridad u otra enfermedad de carácter autoinmune'. Así, se descartan posibles antecedentes previos o predisposición autoinmune detectables previamente a la vacunación. El mismo documento señala: "No podemos afirmar que exista una relación de causalidad entre el cuadro de MTA de origen autoinmune y la vacuna frente a la Covid-19 Comirnaty, aunque tampoco se podría descartar al tratarse de un cuadro clínico de carácter autoinmune de aparición muy infrecuente".

El joven, que antes de la inoculación destacó como deportista, padece un grado de minusvalía del 84 % y limita notablemente su autonomía diaria. Requiere la asistencia de un tercero durante aproximadamente dos horas al día para tareas de higiene personal tras la evacuación, secado de extremidades posteriores a la ducha y manipulación segura de alimentos duros, entre otros. El dictamen médico establece la existencia de "parapesia de miembros superiores e inferiores", con 30 puntos de valoración, "síndrome de cola de caballo" con 22 puntos y "trastornos permanentes de humor" con 8 puntos, acumulando una cifra total de 51 puntos tras aplicar la fórmula legal establecida en el baremo de daños corporales.

En términos de estabilización lesional, se reconoce que el proceso de recuperación culminó tras 260 días, contados desde el ingreso en urgencias hasta el alta definitiva del Servicio de Neurología. Durante este periodo, el afectado atravesó además una infección por COVID-19 junto a su madre, ambos confinados en su domicilio en un momento de especial vulnerabilidad sin poder salir.

Disputas legales y dificultades en la resolución

La aseguradora de la Junta de Andalucía mantiene su rechazo a una indemnización pactada, negando cualquier acuerdo extrajudicial mientras la Consejería de Salud no descarta su implicación, generando un limbo burocrático, según el letrado denunciante. La reclamación, que supera el millón de euros, se fundamenta en la gravedad de las secuelas y la pérdida sustancial de calidad de vida para una persona joven hasta entonces completamente activa.

La jurisprudencia sirve de referencia en este procedimiento. En una sentencia anterior, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, de 2 de enero de 2012 (n.º 2/2012, rec. 564/2006), establecía lo siguiente: '...corresponde en este caso a la Administración demandada –dado lo desproporcionado del resultado en relación con la inoculación practicada– la carga de probar la total inexistencia de relación entre ambos episodios, lo que no han conseguido'.

La mielitis transversa es una afección neurológica autoinmune sumamente infrecuente que puede aparecer como reacción excepcional a ciertos estímulos inmunizantes, incluidas algunas vacunas. Los datos del Informe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano muestran que, además de la vacuna Comirnaty, otras formulaciones como Vaxzevria (AstraZeneca) y JCovden (Janssen) han presentado muy ocasionalmente casos asociados a procesos autoinmunes, aunque la frecuencia observada es extremadamente baja en relación con la magnitud de población inmunizada durante la pandemia de COVID-19.

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