Caso cerrado. El juez de lo Penal número 10 de Sevilla ha dictado un auto por el que acuerda el archivo "definitivo" de las diligencias por la condenada por un delito de quebrantamiento contra Rosalía García Marín, madre del Cuco, y contra el supuesto infiltrado en el entorno de su familia, por haber vulnerado la orden de alejamiento que impedía que su hijo, Francisco Javier García Marín, se acercara a menos de 50 kilómetros de la familia de Marta del Castillo. El auto se produce después de que el juez David Candilejo acordara hace dos años la suspensión de la condena contra la madre del Cuco y le advirtiera de que la suspensión de la pena estaba "condicionada" a que durante el plazo de dos años "no vuelva a delinquir, de tal forma que si lo hiciere tendría que cumplir la pena ahora suspendida".
Ese tiempo de la suspensión ha transcurrido ya y el magistrado ha dictado un auto, con fecha 12 de enero y al que ha tenido acceso este periódico, en el que recuerda que la sentencia se declaró firme el 22 de junio de 2017 y se han practicado las diligencias para la ejecución de la misma, por lo que la resolución dispone el "archivo definitivo" de las diligencias, previo informe favorable de la Fiscalía.
De la misma forma, P. B. R., el supuesto infiltrado en el entorno de la familia del Cuco y que en su momento entregó más de 600 horas de conversaciones grabadas, también abonó el resto de la multa de 1.325 euros (hasta completar los 2.520 euros) que le fue impuesta por un delito de quebrantamiento después de que fuese sorprendido junto a los padres en un vehículo en dirección a Sevilla el 14 de noviembre de 2010 con el entonces menor Javier García Marín, sobre el que pesaba una orden de alejamiento de la familia de Marta del Castillo.
En el juicio por el quebrantamiento del Cuco un agente del Grupo de Menores (Grume) de la Policía que se encargó de la investigación de la desaparición y muerte de Marta del Castillo aseguró que el supuesto infiltrado no es más que un "delincuente" y que los datos que ha aportado a dicha investigación sólo son "paparruchadas".
En la sentencia, el juez desmontó todos los alegatos de P. B. R., al declarar probado que aunque éste comunicó al Grume que la familia del Cuco tenía intención de llevarlo a Sevilla, la Policía "no acordó ninguna medida en concreto, no estableció ningún control en carretera" y no le dio ninguna instrucción sobre cómo actuar.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios