Una sevillana reclama 400.000 euros al SAS porque se le diagnosticó estrés por trabajo cuando en realidad tenía un tumor cerebral

La paciente sufría "sudoración fría, palidez y debilidad generalizada" y tenía que descansar "para no perder la conciencia o sufrir obnubilaciones"

Tras recibir un parte de "estrés relacionado con el trabajo" y a "problemas cervicales", tardó un año en conseguir que le hicieran una resonancia magnética craneal

Una familia sevillana reclama 114.000 euros al SAS por un retraso de seis años en el diagnóstico de un cáncer de colon

La sede del SAS en la avenida de la Constitución. / M.G.

Una sevillana de 37 años ha interpuesto una demanda judicial contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por diagnosticarle estrés y tardar más de un año en detectarle un tumor cerebral. La paciente reclama una indemnización de 417.763,35 euros.

La denunciante, representada por el abogado José Antonio Sires, acudió el 9 de enero de 2023 a un centro de salud con "una sintomatología de sudoración fría, palidez y debilidad generalizada" que "la obligaba a tener que reposar para no perder la conciencia o sufrir obnubilaciones". También tenía "contractura de cervicales y temblores en la mano izquierda", según ha informado el letrado.

El especialista del centro de salud consideró que su estado se debía a "estrés relacionado con el trabajo" y a "problemas cervicales". Según la denuncia, no le realizó ningún examen y sólo solicitó una resonancia magnética cervical que fue realizada en mayo de ese mismo año, pero "sin siquiera derivarla al hospital para realizar pruebas adicionales e ignorando por completo la descripción del dolor referida por la paciente". El médico también le prescribió antidepresivos y relajantes musculares, pero no le hizo tratamiento alguno en la zona afectada.

A partir de ahí, la paciente regresó al centro de salud hasta siete veces, pero nunca le practicaron pruebas complementarias, de acuerdo con la denuncia. Y cuando se sometió a esa resonancia magnética, a finales de mayo, efectivamente se descartó el diagnóstico de cervicalgia.

A mediados de junio, la paciente fue derivada al servicio de Neurología del hospital Virgen del Rocío. El 27 de julio volvió porque seguía sufriendo los mismos síntomas. Se le realizó entonces una exploración neurológica normal, sin programar pruebas complementarias, pero en vista del agravamiento de la lesión y el aumento del dolor, a finales de año acudió de nuevo para pedir pruebas complementarias y un estudio más profundo. Ese examen se efectuó en febrero de 2024, a través de una resonancia magnética craneal, y fue entonces cuando se le diagnosticó el tumor cerebral.

La mujer reclamó inicialmente una indemnización de 201.000 euros, pero después subió a 417.000 euros porque, según Sires, hubo nuevos errores sanitarios durante ese proceso que duró más de un año.

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