Cine y Justicia

Un viaje para amantes del cine por el parque de atracciones de la Justicia

  • Eloy Velasco: “El poder quiere una Justicia achacosa y desprestigiada”

Portada del libro

Portada del libro

“Justicia a escena. ¡Acción!” es un libro en tres tomos en el que jueces, abogados y periodistas españoles comentan una conocida película de temática judicial para reflexionar sobre aspectos de nuestro sistema judicial y la actitud de la sociedad española ante la Justicia.

Películas legendarias como “Matar a un ruiseñor”, “Furia”, “La costilla de Adán”, “Más allá de la duda”, “El hombre que mató a Liberty Valance” o “Acusados” sirven a los autores para adentrarse en debates como la sentencia de la Manada, la independencia de los jueces o la falta de medios de la Justicia.

Presentado como “un viaje para amantes del cine por el parque de atracciones de la Justicia”, es una recopilación de los magistrados Jesús Manuel Villegas y Luis Alfredo de Diego que demuestra que muchas esas cintas tienen mucho que decir en 2019 pese a que algunas se remontan en el tiempo hasta 1936.

El magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco escribe sobre la película “El Informe Pelícano” -una estudiante de Derecho y un periodista que investigan la sospechosa muerte de dos jueces- para analizar “la Justicia como contrapeso al poder”. Afirma que el poder quiere tener a la Justicia “enferma, achacosa, aburrida, eterna, es decir, inefectiva, lo suficientemente burocratizada y desprestigiada que haga rentable a quien acude a ella mendigar un acuerdo que quede a medio camino con tal de que llegue a tiempo“.

El magistrado sevillano Alfredo de Diego comenta así la película “Furia”: “lo que comienza siendo un chismorreo se transforma en un veredicto popular de condena” donde “la masa enfurecida llega hasta el linchamiento de un inocente”.

Y añade: “naturalmente, hoy no se ejecuta físicamente al hereje. Se le aísla, se le vilipendia y se le acosa hasta su ejecución moral”.

La periodista Angela Martialay, con el telón de fondo de la película “Incidente en Ox-Bow”, escribe que tras la sentencia de la Manada “se produjo el divorcio más doloroso entre los ciudadanos y los jueces que hemos vivido en nuestro país“. Apunta a las “muchas cosas que se hicieron mal” desde el punto de vista de la comunicación: la falta total de publicidad del juicio, los seis meses que tardó la sentencia y un voto particular “cargado de expresiones subjetivas y adjetivos polémicos”.

Jaime Lozano Ibáñez, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, es muy crítico con el caso de la Manada, donde “se generó una versión socialmente aceptadas según la cual los acusados eran culpables de agresión sexual”. Junto a ello, los medios de comunicación “celebraban diariamente juicios paralelos, naturalmente sin que los acusados pudieran intervenir”.

Y finalmente el Gobierno, que se había mantenido distante durante la instrucción y el juicio, cambió “en el momento en que comprobó que la sentencia no se ajustaba a la versión socialmente aceptada”. Entonces “saltó a los medios para demostrar a la sociedad que la versión popular sobre la prueba y calificación penal de los hechos posee más valor y posibilidad de acierto que la establecida por los órganos de enjuiciamiento del Estado al que ese mismo gobierno pertenece”.

“La profesión de juez es una de las más solitarias”

Buena parte de las reflexiones se refieren a los propios jueces. La magistrada María Luisa Gómez Garrido escribe que “durante una buena parte de su trayectoria profesional, la del juez es una de las profesiones más solitarias”. Puede que el juez novel comparta sus inquietudes con algún colega, pero “la duda será su compañera más fiel hasta el final de su carrera”.

“Libertad vigilada bajo el terciopelo de la toga” se titula otro capítulo, para concluir que “antes de dictar sentencia, el juez contempla el  asunto como el torero al Miura antes de salir del toril. No sabe si será bravo, con trapillo o débil. Sin embargo, sabe que no tiene escapatoria como la administración que se escuda en el silencio administrativo, pues el juez tiene que resolver sí o sí”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios