Violencia machista

La confesión del último asesino machista en Sevilla: la mató y se echó a dormir

Maricel García, la última víctima de la violencia machista en Sevilla. Maricel García, la última víctima de la violencia machista en Sevilla.

Maricel García, la última víctima de la violencia machista en Sevilla. / M. G.

Escrito por

· Jorge Muñoz

Redactor jefe / Tribunales

La mató y después se echó a dormir porque estaba muy embriagado. Esta es la confesión que realizó ante la Policía el ciudadano filipino Christopher Mendoza Ebol, que está en prisión acusado del asesinato machista de su pareja, la también ciudadana filipina Maricel García Valmeo, a la que acuchilló en la madrugada del 3 de septiembre pasado en una vivienda de la calle Niña de la Alfalfa de la Macarena.

Fuentes de la investigación han confirmado a este periódico que el acusado confesó el crimen en la declaración que prestó ante los agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional, a los que dijo que cuando ocurrieron los hechos estaba “muy enfadado” con la víctima, porque sospechaba que ésta había iniciado otra relación sentimental. Maricel había estado todo el verano trabajando para una familia en la playa y regresó a Sevilla a mediodía del 2 de septiembre. Ya por la tardel, Christopher, que trabajaba como cocinero en un restaurante de Nervión, aseguró que estuvo bebiendo algo más de un litro de cerveza y quería “arreglar las cosas” con Maricel.

Sobre las dos de la madrugada del 3 de septiembre, según la versión del asesino confeso, estaba “muy borracho y enfadado”, admitiendo que le dio dos bofetadas a Maricel y la agarró por el cuello intentando estrangularla porque ella quería gritar. Acto seguido, añadió, cogió unas mancuernas con pesas y le golpeó en la cabeza, lo que hizo que Maricel quedara inconsciente. Después continuó su brutal agresión en la que utilizó una botella de cerveza que rompió contra el suelo y un cuchillo de grandes dimensiones que tenía guardado en un armario. Además, siempre según la confesión de Christopher, le propinó varios mordiscos en el brazo y en el costado.

Sobre las siete de la mañana, el asesino confeso abandonó el domicilio y fue a una tienda próxima donde se tomó un vaso de whisky y luego compró una botella de esta misma bebida, que se llevó al domicilio. Se tomó parte de la botella y se quedó dormido hasta que la Policía, alertada por los vecinos, se presentó en el domicilio y procedió a su detención.

Según el acusado, la muerte de Maricel García pudo producirse sobre las cuatro de la madrugada de ese domingo, 3 de septiembre, pero lo que no aclaró en su declaración es si la Policía lo arrestó cuando al parecer estaba preparando una cuerda con la idea supuestamente de quitarse la vida. Esta versión, que se ofreció inicialmente, no ha sido, sin embargo, refrendada por el acusado.

La máxima condena posible por asesinato

Maricel tenía dos hijos, de 24 y 27 años, quienes se han personado en la causa como acusación particular. El abogado José Ignacio Bidón, que es también cónsul de Filipinas en Sevilla, ha sido precisamente designado por los familiares de la víctima para ejercer la acusación particular contra el asesino. El letrado ha explicado a este periódico que una vez que el acusado ha confesado la autoría del crimen, la fase de instrucción “se ha reducido considerablemente” por el reconocimiento de los hechos.

José Ignacio Bidón ha añadido que, de acuerdo con los hechos que se desprenden de la investigación practicada y la propia confesión del acusado, el caso se aproxima más a nivel jurídico “a la figura del delito de asesinato que al de homicidio”, por lo que ha anunciado su intención de solicitar la máxima condena para el acusado. Así, la que la pena que podría solicitar para Christopher Mendoza llegaría hasta los 25 años de prisión. El juicio se celebrará ante un jurado popular en la Audiencia de Sevilla una vez concluya la instrucción.

El letrado tuvo asimismo unas palabras de reconocimiento para el responsable del tanatorio de Nervión, que adelantó los gastos para la repatriación del cuerpo de Maricel a Filipinas, dado que aunque el Ayuntamiento de Sevilla se ha ofrecido a sufragar el coste de la repatriación –que ronda los 7.500 euros–, hasta la fecha aún no se ha abogado el dinero al tanatorio. El cuerpo de Maricel fue llevado hasta la localidad de Nueva Écija, en la provincia de Aurora, tras haber partido en un vuelo de Málaga con destino a Estambul y luego a Manila.

Los celos, el móvil que reconoce el acusado

La declaración del asesino confeso concluye asegurando que cometió el crimen por los “celos” que tenía, y añadiendo que está "muy arrepentido", por lo que se muestra dispuesto a colaborar con la Justicia y pide perdón a la familia de Maricel, tanto a la que tiene en Filipinas como en España.

Christopher llegó a España en agosto de 2018, en concreto, a Vigo. Tenía autorización para trabajar y realizó en esta localidad gallega labores de jardinería, del hogar y de conductor de un hombre mayor. En septiembre de 2020 conoció a Maricel en su cumpleaños, al que fue invitado por una amiga, según la declaración del investigado. Maricel se hallaba precisamente trabajando como empleada del hogar de un conocido futbolista, que previamente había jugado en el Sevilla. Y a partir de ese momento Christopher inició una relación sentimental con Maricel, con la que incluso compartió una habitación en Vigo.

En abril de 2020 se trasladó a Sevilla para trabajar en un restaurante y retomó la convivencia con Maricel, que tenía alquilada una habitación en la vivienda de la calle Niña de la Alfalfa.

Vecinos, familiares y amigos de la filipina asesinada mantienen un minuto de silencio en el barrio de la Macarena. Vecinos, familiares y amigos de  la filipina asesinada mantienen un minuto de  silencio en el barrio de  la Macarena.

Vecinos, familiares y amigos de la filipina asesinada mantienen un minuto de silencio en el barrio de la Macarena. / Rocío Ruz / Europa Press (Sevilla)

El verano pasado, el acusado halló una conversación de Maricel con otro hombre al utilizar la tablet de su pareja, y en ese momento le pidió explicaciones por esa conversación, aunque la víctima no quiso decirle nada, según la declaración de Christopher.

La pareja se distanció en los meses de verano, cuando Maricel estuvo trabajando en la playa, hasta el punto de que, según el acusado, no le contestaba a sus llamadas e incluso quiso terminar con la relación. A su regreso, a principios de septiembre, se produjeron los hechos que Christopher ha confesado ante la Policía y por los que se encuentra en prisión provisional, mientras concluye la instrucción judicial.

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