María del Monte pide 28 años y medio de cárcel para su sobrino por el asalto al chalé

El escrito de acusación de las víctimas del robo

La abogada de la cantante sostiene que el robo fue posible por la "información recabada y suministrada previamente" por Antonio Tejado

Dos años del asalto al chalé de María del Monte

Antonio Tejado cuando salió de prisión.
Antonio Tejado cuando salió de prisión. / Juan Carlos Vázquez, Juan Carlos Vázquez Osuna

Una decisión especialmente dura para María del Monte. La acusación particular que ejerce la popular cantante y su pareja, la periodista Inmaculada Casal, ha pedido una condena de 28 años y medio de cárcel para Antonio Tejado, el sobrino de la artista, al que consideran como la pieza clave que permitió el asalto a su chalé en la madrugada del 25 de agosto de 2023, dado que dicho robo fue posible gracias a la "información recabada y suministrada previamente" por este familiar, que es uno de los 11 acusados contra los que han presentado cargos.

En un escrito presentado en julio pasado en el juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla y al que ha tenido acceso este periódico, la abogada Emilia del Río, que representa a las cinco víctimas -además de la pareja se hallaban en la vivienda la hija de Inmaculada Casal, su marido, y la empleada del hogar-, atribuye a Antonio Tejado y a los otros acusados un delito de robo en casa habitada en concurso medial con un delito de detención ilegal, y otros cuatro delitos de detención ilegal.

Por el primero de estos delitos, el robo que también se imputa al amigo íntimo de Tejado, el ciudadano ruso Arseny Garibyan, la acusación particular reclama una condena de ocho años y medio de prisión y la prohibición de aproximarse y comunicarse con las víctimas durante cinco años. Y por cada uno de los cuatro delitos de detención ilegal (el secuestro de las otras víctimas), reclama otros cinco años de cárcel por cada uno de estos delitos (lo que hace un total de 20 años) y otros cinco años de prohibición de comunicación y aproximación a las personas que sufrieron el asalto. Para los dos acusados de la receptación de las joyas y relojes sustraídos, la acusación exige una condena de dos años y medio de cárcel.

La abogada de la cantante considera que en los hechos hay además circunstancias agravantes de uso de disfraz que atribuye a todos los acusados del robo, incluido Antonio Tejado, a quien además atribuye en exclusiva la agravante de "abuso de confianza".

En el apartado relativo a las indemnizaciones, esta acusación, que sigue cifrando el botín del robo en una cuantía próxima al millón de euros -la compañía aseguradora reclama unos 267.000 euros-, solicita que los acusados abonen 242.361 euros a María del Monte por los efectos sustraídos y no abonados por la compañía, y otros 11.600,46 euros por las lesiones temporales y secuelas. En el caso de Inmaculada Casal, exige 500.000 euros por el valor de los bienes robados y 21.977,08 euros por las lesiones y secuelas, mientras que para las otras tres víctimas reclaman otras indemnizaciones que oscilan entre los 6.000 y los 20.000 euros.

El relato del robo según la acusación: el papel clave de Antonio

En el escrito de acusación, la abogada de la pareja realiza un detallado relato de los hechos que ocurrieron en la madrugada del robo en el chalé de Gines y en el que, sin duda, confiere un papel clave a Antonio Tejado, de quien incluso llega a afirmar que retomó la relación con su tía "en los meses anteriores" con la finalidad de la preparación del robo a la vivienda, recabando "toda la información posible para que el robo pudiera realizarse con éxito".

Así, continúa la letrada de la acusación, el sobrino de María del Monte "consiguió información sobre cuántos eran los ocupantes de la casa en aquellas fechas; cuáles eran los sistemas de seguridad de la vivienda; el uso de las cámaras de seguridad y las alarmas y su correcto funcionamiento; los accesos a la vivienda y muy en concreto desde el descampado contiguo; las cerraduras de las puertas y su correcto funcionamiento; la distribución interna de la vivienda; la ubicación exacta de la caja de seguridad y su sistema de apertura, así como la existencia de otros lugares donde las moradoras guardaban dinero y joyas, etc."

Esa información era "puntualmente remitida por Antonio Tejado a Arseny Garibyan", quien cuando tuvo los datos necesarios para la realización del robo, "se concertó para preparar y llevar a cabo su ejecución" con los otros acusados. En la madrugada del 24 de agosto de 2023, un día antes de la materialización del robo, varios de los acusados acudieron al descampado contiguo de la vivienda con la intención de efectuar una "inspección in situ", y esa misma tarde continuaron con las labores de vigilancia previa, "sobrevolando y fotografiando la vivienda con un dron y colocando el palé que posteriormente utilizarían como escalera para acceder desde el descampado a la vivienda".

Pocos minutos antes de las cinco de la tarde de ese día, prosigue, tras finalizar la vigilancia, uno de los acusados, C. M. C. R. conversó con Antonio Tejado a través de la aplicación Whatsapp en una llamada que dura cuatro minutos y 52 segundos "para dar cuenta de lo realizado y confirmar que podía darse ejecución material al plan aquella misma noche", según el relato de la acusación.

A la madrugada siguiente, sobre las 04:30 horas, los acusados llegaron a la vivienda de la cantante "en dos grupos" procedentes de la barriada de El Parchís de Sevilla y de la localidad de Guillena, accediendo al chalé "disfrazados con capuchas, guantes y ropas oscuras para evitar ser reconocidos". Con una "fuerte patada" abrieron la puerta principal, "cuyo pestillo tenían conocimiento por la información facilitada por el acusado Antonio Tejado estaba estropeado", habiendo accedido por el descampado y usando el palé que habían colocado previamente a modo de escalera.

El ruso perdió el móvil junto al descampado por el que accedieron a la vivienda de María del Monte.
El ruso perdió el móvil junto al descampado por el que accedieron a la vivienda de María del Monte. / google maps

A continuación, la acusación describe cómo sorprendieron a las víctimas cuando dormían, llegando a atarle las manos a Inmaculada Casal, "rompiendo su teléfono y presionando su cabeza boca abajo contra la almohada con la intención de someterla", mientras otros acusados se dirigirían hacia la caja fuerte que se encontraba situada en el vestidor del dormitorio y "cuya ubicación les había facilitado Antonio Tejado". Relata asimismo cómo dieron un "empujón" a María del Monte y la obligaron a abrir la caja fuerte bajo la amenaza de matar a la hija de Inmaculada. La propia cantante declaró en el juzgado que uno de los ladrones le dijo "tienes tres minutos para abrir la caja fuerte o me llevo a la niña y la mato".

Tras hacerse con el botín, los asaltantes se marcharon sin que pudiesen ser "vistos, fotografiados o anotadas las matrículas de los vehículos de huida".

Joyas para la jubilación de la pareja

Aunque la compañía aseguradora pagó una cantidad inferior a la valoración del botín, la letrada de la pareja insiste en que junto a los 14.500 euros en efectivo, los ladrones se hicieron con joyas, relojes de alta gama y objetos de gran valor sentimental "por un importe cercano a un millón de euros", mientras que el valor de los bienes sustraídos a la hija de Inmaculada Casal y su marido asciende a 12.380 euros.

Además, la acusación explica que el asalto ha supuesto para las víctimas la pérdida de "objetos de tradición familiar de valor sentimental/emocional incalculable e irreemplazable de objetos de lujo y oro que estaban destinados a servir de refugio de valor para asegurar estabilidad y seguridad económica a las víctimas para el momento de su jubilación".

Tal y como se desprende de la investigación una buena parte de las joyas fueron vendidas la misma tarde del robo por 48.000 euros a un conocido receptador de la barriada sevillana de Torreblanca. Sobre este aspecto, el escrito de la abogada de la cantante señala que sobre las 21:00 horas del 25 de agosto de 2023 varios de los acusados se reunieron para "desmontar las joyas sustraídas y así poder vender los metales valiosos al peso por un lado y las piedras preciosas, por otro". A las 22:00 horas otros dos acusados se encontraron y uno de ellos entregó la suma de 48.000 euros como "primer pago por la venta de algunos de los bienes sustraídos, faltando aún 2.000 euros de un pago inicial de 50.000 euros".

Más tarde se pactó un segundo encuentro para continuar con el intercambio de bienes y dinero, y de esta forma, en los días siguientes hay contactos de uno de los acusados con un teléfono registrado en la provincia de Córdoba, produciéndose nuevos encuentros los días 27 y 29 de agosto "para cerrar la venta de los bienes sustraídos". Y es aquí donde se pierde el rastro de los objetos y joyas, ninguno de los cuales ha sido recuperado por los investigadores.

Por último, la acusación recuerda que como consecuencia de estos hechos, las cinco personas que se hallaban en la vivienda han necesitado tratamiento psicológico y le han quedado secuelas.

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