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Ecosistema Navantia, bosques y carbono azul para cuidar el entorno

Contenido ofrecido por Navantia

La compañía naval española integra la sostenibilidad como ventaja competitiva, combinando la reducción directa de emisiones con el proyecto Ecosistema Navantia, un proyecto innovador de absorción de CO₂

Flamencos en la cercanía de Navantia. / Navantia

18 de diciembre 2025 - 06:50

Navantia, con el objetivo de situarse como empresa líder en la descarbonización del sector naval, ha establecido objetivos enmarcados en su Plan Director de Sostenibilidad 2025-2027 que guían las acciones de la compañía en ese periodo. La meta es reducir progresivamente las emisiones derivadas del consumo energético en sus instalaciones y procesos, hasta alcanzar emisiones netas cero en 2040 en alcances 1 y 2.

La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, a través de su Plan de Descarbonización, constituye el pilar fundamental y prioritario de su estrategia medioambiental, siendo necesario, adicionalmente, acudir a mecanismos de compensación de emisiones.

En 2024, la compañía ha registrado en la Oficina Española de Cambio Climático una huella de carbono de 10.596 t CO₂, lo que consolida una tendencia descendente en los últimos años en la emisión de gases de efecto invernadero. Para ello, se están desarrollando diversas iniciativas operativas que permiten minimizar consumos y emisiones asociadas a la fabricación de buques y estructuras para energías renovables. Así, la modernización de los astilleros incluye la instalación de energía renovable fotovoltaica, la implementación de medidas de eficiencia energética y el desarrollo de nuevas tecnologías con potencial de reducir emisiones en la cadena de valor.

Detalle de Salicornias. / Navantia

Ecosistema Navantia, proyecto corporativo complementario del Plan de Descarbonización

Para Navantia, la compensación es el complemento secundario pero esencial de la reducción directa de emisiones. Como ha señalado el director corporativo de Sostenibilidad, Daniel Del Castillo Mora, “la compensación debe entenderse siempre de modo complementario y subordinado a la reducción, vinculada al cuidado del entorno y la responsabilidad con la biodiversidad, máxime en el marco de ejemplaridad pública que ofrece Navantia y, sobre todo, en una empresa que vive para y por la Mar”.

En este contexto surge Ecosistema Navantia, un proyecto corporativo que materializa el compromiso de la compañía con la compensación de emisiones y la protección de la biodiversidad. A través de esta iniciativa, Navantia compensa parte de su huella de carbono mediante inversiones en proyectos de reforestación o en la regeneración de ecosistemas marinos y costeros que funcionan como sumideros de CO₂, ambos en zonas aledañas a sus astilleros

El proyecto Ecosistema Navantia representa una estrategia que convierte la compensación de emisiones en una palanca para conservar positivamente la biodiversidad a través del impulso del buen estado de conservación de los ecosistemas en los que se desarrollan sus actuaciones. Navantia reconoce que muchos de los espacios naturales que rodean sus instalaciones dependen de la actividad humana compatible y regeneradora para su supervivencia futura. Ecosistema Navantia incluye la creación de sumideros de carbono terrestres con el Bosque Navantia y proyectos de carbono azul, ambos orientados a reforzar la biodiversidad y mitigar el cambio climático, además de, adicionalmente, generar impacto social positivo en las comunidades de su entorno.

Como parte de esta iniciativa, Navantia ha reforestado 1,5 hectáreas del Parque “Cerro de los Mártires” en San Fernando y proyecta en breve otra reforestación con especies autóctonas en terrenos del Parque Natural Bahía de Cádiz en el término municipal de Puerto Real, así como trabaja con la Oficina Técnica del Mar Menor para la regeneración de dicho espacio natural o participa en proyectos de compensación en San Xurxo (Ferrol).

Detalle del Guadalete. / Navantia

Carbono azul: el potencialde los ecosistemas costerosfrente al cambio climático

El carbono azul es el CO₂ capturado y almacenado de manera natural en ecosistemas costeros como marismas mareales, praderas de angiospermas marinas —en particular la Posidonia oceánica— y manglares. A diferencia de los bosques terrestres, estos ecosistemas marinos poseen una capacidad extraordinaria: pueden retener entre tres y cinco veces más carbono que los bosques tropicales, manteniéndolo almacenado durante miles de años.

Las marismas de marea de la Bahía de Cádiz constituyen un ejemplo perfecto de estas capacidades naturales. Estas marismas capturan el dióxido de carbono disuelto en el agua y lo convierten en biomasa y sedimentos estables, funcionando como un sumidero azul prácticamente inmejorable. Cada hectárea de estas marismas genera entre 30.000 y 35.000 euros anuales en servicios ecosistémicos –captación de carbono, protección de costas, hábitat de biodiversidad–, una cifra muy superior a otros ecosistemas productivos.

Sin embargo, el abandono de actividades tradicionales como la salinera ha causado el deterioro de muchas de estas zonas. Cuando estos ecosistemas se degradan, dejan de ser sumideros de carbono y se transforman en emisores netos de gases de efecto invernadero como el metano, invirtiendo completamente su valor ambiental.

Detalle de las Salinas de la Esperanza. / Navantia

Navantia en el proyectopionero de carbono azul dela Bahía de Cádiz

Hace escasas fechas, Navantia formalizó su participación en el Proyecto de Carbono Azul para la Captación de CO₂ en el Parque Natural Bahía de Cádiz, un hito sin precedentes en España. La compañía se integró en un consorcio público-privado liderado por la Junta de Andalucía, junto a empresas como Iberostar Hotels & Resorts, Moeve, Metro de Málaga y Eulen, todas unidas por un compromiso común con la sostenibilidad y la innovación ambiental.

Este proyecto es el más importante de su tipo en Europa en términos de volumen y estándar público, desarrollándose sobre 155 hectáreas de marisma mareal degradada en la margen norte del río Guadalete. Su objetivo es recuperar el equilibrio natural de las marismas, restableciendo la circulación del agua y favoreciendo la vegetación autóctona, lo que permitirá crear uno de los sumideros de carbono más eficientes

Las previsiones apuntan a una captación superior a 32.000 toneladas de CO₂. Para poner en perspectiva esta capacidad de absorción, se estima equivalente a plantar alrededor de 160.000 árboles de las especies más comunes en Andalucía.

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