Claves para un buen mantenimiento de los neumáticos

Los neumáticos son una de las partes más importante del coche para conducir con seguridad y, sin embargo, es una de las piezas que más suele fallar en verano ¿Por qué? Casi la mitad de los conductores españoles no comprueba el estado de sus neumáticos y algunos de los que le ponen interés no saben cambiar las ruedas del coche con éxito.

Como regla general, unos neumáticos tienen una vida útil de entre 40.000 y 50.000 kilómetros si son de buena calidad. Usarlos de una forma adecuada puede ayudarte a extender ese tiempo y evitar así un gasto más del mantenimiento del coche. No cuidarlos como se merecen pueden obligarte a cambiarlos mucho antes por su deterioro, pinchazo o reventón.

Para evitar el desgaste prematuro de los neumáticos se recomienda mantener un comportamiento de conducción consistente, evitando las curvas difíciles; no realizar fuertes frenazos ni aceleraciones constantes, además de llevar los neumáticos correctamente inflados y controlar el peso de carga correcto, sobre todo en los viajes veraniegos, para optimizar el desgaste de los neumáticos. Para aumentar la duración de los neumáticos, es recomendable comprobar cada mes la presión de cada uno de ellos y vigilar el estado de los tapones y las válvulas.

Se da la circunstancia de que en la mayoría de los coches los neumáticos delanteros son los que sufren un mayor desgaste. Sin embargo, los neumáticos más nuevos siempre deben colocarse en el eje trasero para aumentar la seguridad, disminuyendo el riesgo de que se produzca un sobreviraje.

¿Cuántos años puedo llevar el mismo neumático?

Algunas de las claves para un buen mantenimiento de los neumáticos se centran en montar siempre material de calidad, mantener la presión adecuada recomendada por el fabricante (tan perjudicial es una presión insuficiente como otra excesiva), conservar la suspensión y los amortiguadores en buen estado, así como comprobar a menudo el equilibrado de las ruedas y evitar el uso de neumáticos caducados (hay que evitar neumáticos que tengan más de diez años) se antojan como pasos fundamentales para no tener que vernos abocados a sufrir algún imprevisto durante nuestra vida al volante.

Para los más cuidadosos o especialistas en la materia por obligación o devoción, existe la posibilidad de alternar neumáticos de invierno con neumáticos de verano. Los de invierno se usan con temperaturas por debajo de los siete grados, mientras que los de verano suelen colocarse después de Semana Santa, para que se acostumbren a la subida constante de temperaturas que suelen producirse a partir de dicha fecha..