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Artes escénicas

'Pelléas et Mélisande': Debussy y las preguntas sin respuesta

  • La única ópera del compositor francés, título fundamental del repertorio lírico, se representa por primera vez en el Maestranza la semana próxima.

  • El maestro Michel Plasson dirige a la ROSS.

El elenco de ‘Pelléas et Mélisande’, en el Teatro Maestranza, donde presentaron la ópera a la prensa.

El elenco de ‘Pelléas et Mélisande’, en el Teatro Maestranza, donde presentaron la ópera a la prensa. / Antonio Pizarro

Pelléas et Mélisande, la única ópera compuesta por Claude Debussy, considerada por la crítica un título capital del repertorio lírico, se representa por primera vez en el Teatro de la Maestranza tras la versión en concierto que se programó en 2004, y lo hace con el reclamo de tener a Michel Plasson, "una de las grandes leyendas de la música y de la dirección de orquesta", al frente de la ROSS, como destacó el director general del Maestranza, Javier Menéndez, que celebró también la dirección de escena de otro "mito", Willy Decker, en esta producción de la Staatsoper de Hamburgo que podrá verse en Sevilla la semana próxima, los días 22, 24 y 26.

Este cuento atemporal ambientado en el reino de Allemonde, la historia de un triángulo amoroso condenado a la fatalidad e inspirado en un texto de Maurice Maeterlink, abre en opinión de Menéndez "las puertas a la vanguardia del siglo XX". La "originalidad absoluta" en el planteamiento de las voces, los "claroscuros" de los personajes, su desarrollo elusivo y lleno de sugerencias, su poderoso simbolismo, siguen hechizando a los espectadores como un milagro que no precisa de explicaciones. Plasson reconoció este miércoles que ha intentado grabar "con varias discográficas" la ópera de Debussy, pero su "dificultad" y la imposibilidad de cuadrar agendas con el equipo adecuado se lo ha impedido. Sobre el carácter revolucionario de la pieza, el maestro recordó que su audacia desconcertó a Richard Strauss, que "a los cinco minutos de representación, preguntó a su acompañante: ¿Esto va a ser siempre así? Es muy refinado, pero no hay música aquí dentro", contó divertido Plasson, antes de calificar Pelléas et Mélisande como "una obra de arte inclasificable".

Una imagen de esta producción de la Staatsoper de Hamburgo. Una imagen de esta producción de la Staatsoper de Hamburgo.

Una imagen de esta producción de la Staatsoper de Hamburgo. / Jörn Kipping

Plasson, director honorario de la ROSS y en activo a sus 88 años, define Pelléas et Mélisande como "una obra sin hijos. Debussy tuvo una hija, pero su creación no encontró descendencia. Es una estrella solitaria en el cielo de la música. Hay que saber acercarse a un sueño, penetrar en él", opinó el parisino, que lamentó que "Francia sea reconocida por su literatura, por su cine, pero no por su música. La música sólo existe si se interpreta, y el rico patrimonio sonoro francés merece más suerte".

Stefan Heinrichs, encargado de la reposición de la puesta en escena de Willy Decker, valora cómo Debussy y Maeterlink juegan en su libreto con las expectativas y arrancan con "una jovencita perdida en el bosque, un príncipe que la recoge y la lleva a casa", un comienzo "muy visto en las sagas. Empezamos con una fórmula conocida, naíf, pero poco a poco vamos viendo cómo todo avanza hacia territorios más oscuros, y todo se esconde tras metáforas y símbolos. Mélisande nunca dirá: Voy a morir, sino Es el invierno que comienza", analiza el escenógrafo. Heinrichs asegura que "el primer nivel" del trabajo de Decker "se ciñe a lo que dice el texto, a las pequeñas catástrofes cotidianas, al detalle de lo humano. En un segundo nivel están las imágenes, los simbolismos, pero no nos interesa explicarlos. Queremos que cada espectador saque su propia interpretación", comenta.

Para Plasson, "la música de Debussy no tuvo hijos. ‘Pelléas’ es una estrella solitaria"

La producción recluta a intérpretes familiarizados con la enigmática poesía de esta ópera, voces que han defendido anteriormente sus papeles en algunos de los teatros más importantes del mundo. Los cantantes Edward Nelson (Pelléas), Kyle Ketelsen (Golaud) y Mari Eriksmoen (Mélisande) encabezan el reparto. "Esta versión es clásica, pero también moderna", apunta Nelson. El barítono estadounidense cree que la decisión de "bajar el telón en cada escena" permite "mantener el misterio. En otras producciones el telón se queda arriba, y durante las partes musicales hay acción también. Aquí hay un recogimiento que nos posibilita acercarnos al texto y a la música con otra pureza", declara. Eriksmoen, por su parte, incide en el componente indescifrable de su personaje. "No se sabe de dónde ha salido, pero sí que todos están locos por ella. Y con Mélisande ocurre como en la vida: mientras más se aleja alguien, más te intriga, más te obsesiona", expone sobre una protagonista "en apariencia sencilla como una niña, pero ciertamente difícil". La contribución del reparto es especialmente significativa en este montaje, según resaltó Heinrichs. "Los trabajos de Decker son el resultado de una colaboración estrecha con el equipo, le interesa mucho encontrar la emoción mano a mano con los artistas. Si esta producción tuviera a otros cantantes sería muy distinta".

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