La revolución de las hijas

Rostro habitual del último cine independiente argentino (Medianeras, El estudiante, Viola, Hermia y Martina, La flor), la también novelista y dramaturga Romina Paula debutaba en la dirección con este filme premiado en San Sebastián que aborda la crisis de una mujer y madre de un hijo en la frontera de los cuarenta, justo cuando se ha tomado un tiempo de separación de su pareja para visitar a su madre.

Paula adopta un juego a mitad de camino entre la autobiografía y la ficción introduciendo en su relato ciertos elementos de distanciamiento, a saber, apartes de cada personaje hablando y mirando a cámara o disociaciones entre la voz narradora y la imagen que, junto a la inevitable querencia argentina por el soliloquio y la verborrea, hacen de esta De nuevo otra vez una película a un tiempo interesante por su enfoque decididamente femenino y personal en torno a la maternidad, la feminidad y las dudas ante la toma de decisiones, también en torno a la ruptura con los roles tradicionales o familiares, y a otro un artefacto algo cargante al que se le ven y le pesan demasiado las costuras reflexivas y autoconscientes.

La cinta de Paula retrata empero con desparpajo y ausencia de todo juicio las preguntas e interrogantes de una nueva generación de mujeres que no quieren repetir inercias culturales y sociales y se lanzan a una aventura propia en la que no hay respuestas claras ni certezas más allá del acto del cuestionamiento. En su periplo, nuestra protagonista fantasea con las salidas y quiebros a su propio atolladero, siempre lejos del drama, aligerando peso desde el tono y la palabra en voz alta como liberación de una carga que sólo puede significar el inicio de un largo camino aún por recorrer.