La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
La élite de la danza internacional protagonizará esta noche el estreno absoluto de Momentum, la última creación del prestigioso coreógrafo Johan Inger. Una cita que se repetirá mañana por la noche en el Festival Internacional de Danza de Itálica, antes de que el bailarín Sergio Bernal encare la recta final del ciclo. Con el sello de Take Off Dance – Johan Inger Youth Project, Momentum reúne dos piezas: Become, creada específicamente para esta edición, y Rain Dogs, una obra emblemática en el repertorio de Inger ambientada en el universo sonoro de Tom Waits.
“Durante una carrera hay piezas que te llevan y te influyen. Rain Dogs es una de ellas”, indicó Inger durante una rueda de prensa de presentación de la obra. El sueco explicó que “esta pieza es un poquito más teatral” que cuando la creó en 2011 pero sin alterar el universo único del cantante estadounidense Tom Waits: “Su mundo es único. Con esta pieza he intentado tocar su manera de ser y de pensar”. Con su música como hilo conductor –el título es el mismo que el del noveno álbum de estudio del músico–, Rain Dogs plantea una metáfora sobre la desorientación, el deseo de libertad y la tensión entre las estructuras sociales y los impulsos individuales.
Por otro lado, Become ha sido creada para el Festival Internacional de Danza de Itálica. “Este año, el nivel del alumnado es muy alto y viene muy bien para la segunda pieza de la obra porque requiere un alto grado de madurez”, matizó el coreógrafo. Se trata de una creación coral que retrata el proceso de aprendizaje y crecimiento desde la fragilidad, la energía compartida y la voluntad de superación. En esta pieza, los intérpretes –22 bailarines, de los que cinco son sevillanos– se enfrentan a sus propios miedos y desafíos, encontrando en el grupo un espacio de impulso común y redención escénica. Cada paso es una reafirmación de identidad y entrega.
Take Off Dance – Johan Inger Youth Project es una plataforma de profesionalización en danza contemporánea que combina formación intensiva y experiencia escénica real. Carolina Armenta, responsable de ensayos y puesta en escena, recordó que este proyecto comenzó hace dos temporadas con el objetivo claro integrar a los bailarines en el mercado laboral internacional. “Les vamos guiando en sus estilos. Unos son más clásicos y otros más contemporáneos, así que les damos las herramientas que necesitan en el plano profesional”, subrayó Armenta e hizo especial hincapié en que ni todos los intérpretes “son iguales, ni todas las compañías necesitan la misma identidad sobre el escenario”.
Cada año, más de veinte jóvenes bailarines de diferentes nacionalidades trabajan durante meses en un proceso de creación colectiva gracias al proyecto de Take Off Dance. Sin embargo, sus directores, confirmaron que el próximo año no habrá nueva convocatoria. “Se están moviendo fichas y, ojalá, se muevan bien para que podamos seguir en la siguiente temporada”, indicó Armenta. Sobre la posibilidad de llevarse el programa de Sevilla e implantarlo en otra ciudad, Armenta fue clara: “Vivimos aquí y nuestra intención es seguir”. Lo cierto es que el proyecto “lo hacemos para ayudar a una nueva generación, porque nosotros seguimos trabajando y tenemos proyectos fuera”, apuntó Armenta quien considera que la iniciativa es una suerte de impulso para introducir a los más jóvenes dentro de compañías de danza profesionales.
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