'Lucrezia Borgia' se despoja de su leyenda negra en el Maestranza

Ópera

El clásico de Donizetti se programa por primera vez en el teatro sevillano con una producción ambientada en la Italia fascista que reflexiona sobre la espiral imparable de la violencia.

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Un momento de la rueda de prensa de 'Lucrezia Borgia'. / María José López / Ep

Cuenta la directora de escena Silvia Paoli que, cuando aceptó el encargo de llevar a las tablas la Lucrezia Borgia de Donizetti, un amigo suyo le sugirió que subrayara esa inmoralidad con que el imaginario colectivo vincula a la noble protagonista. "¡Píntala mala, mala!", le propuso su colega sobre una mujer de tan sombrío recuerdo, acusada de incesto y envenenamiento, que hasta se han referido a ella en ocasiones como "la puta de Italia". Pero, al adentrarse en biografías del personaje, Paoli percibió que Lucrezia Borgia había sido "mal comprendida" y decidió que "había que replantearla": una relectura que llega ahora al Maestranza -donde estará el 3, 6 y 9 de diciembre, en una coproducción del teatro sevillano con el Auditorio de Tenerife, la Ópera de Oviedo y el Teatro Comunale de Bolonia- en la que su protagonista se despoja de la leyenda negra para recobrar los matices y la humanidad.

La directora sentía ante el libreto que Felice Romani escribió a partir del drama de Victor Hugo que "había que acercar la obra a los espectadores de hoy" porque la trama resultaba "acartonada, lejana en su evocación histórica", y por eso traslada la acción del Renacimiento al periodo fascista, "dos épocas muy violentas". Paoli concibe a su protagonista como "la víctima de los juegos políticos de los hombres que la rodean"; su padre, que sería el papa Alejandro VI, y su hermano César. "La casaron con 12 años, y el segundo marido también se lo impusieron", expuso la creadora italiana, que añadió que ambos familiares abusaron de ella y de esas relaciones nació un hijo, Giovanni, "que pese a todo es el amor de Lucrezia, él encarna la esperanza de una felicidad que le ha sido negada".

La revisión del clásico de Donizetti, un título que no se había estrenado todavía en el Maestranza, retrata así a una mujer compleja que alterna los roles de víctima y verdugo y que aprendió en su casa "que a la violencia se responde con violencia. Con esta ópera queremos reflejar que esa agresividad no es una postura individual, sino un problema cultural, social, y yo diría que patriarcal", asegura Paoli. La escenografía, inspirada en las formas de un matadero -"un contenedor que representa el estado de ánimo de Lucrezia"-, remite al interés de la arquitectura fascista por "la idea de fuerza, por lo viril. Mussolini defendía que un hombre de verdad debía tener dos orgasmos al día, y si no los tenía es que no era un hombre de verdad".

La directora de escena Silvia Paoli ve a Lucrezia Borgia como "la víctima de los juegos políticos de los hombres que la rodean"

Tomará la batuta, frente a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), Maurizio Benini, para quien Lucrezia Borgia "no es la obra maestra de Donizetti", al ser la partitura de un compositor "aún joven", pero que ya enfila el camino de la madurez, "deja la superficialidad y empieza a profundizar en los personajes". La pieza, con la que según los especialistas se planta la semilla del melodrama romántico, acaba siendo innovadora por otros motivos, más allá de la fuerza de las pasiones que retrata. "Donizetti cambia la disposición de la orquesta, una revolución desde el punto de vista sonoro. Las cuerdas y vientos que estaban dispersos los coloca alrededor del director, una gran intuición que hoy sigue funcionando", sostiene Benini, especializado en este repertorio.

La letona Marina Rebeka, galardonada recientemente en los International Opera Awards, considerados los premios más prestigiosos del panorama operístico y celebrados este año en Grecia, encabeza en el rol de Lucrezia un elenco que completan Krzysztof Bączyk (Don Alfonso), Duke Kim (Gennaro), Teresa Iervolino (Maffio Orsini) y Jorge Franco (Jeppo Liverotto). Días antes de esta ópera, que se grabará para inmortalizarse en un disco, visita el Maestranza otra voz aclamada, Cecilia Bartoli, que interpretará este sábado una versión semiescenificada de Orfeo ed Euridice de Gluck.

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