Las dudas del amor

Heredero del espíritu nuevaolero y con cierta vocación novelesca, Emmanuel Mouret viene declinando los vaivenes del amor romántico en clave de comedia naturalista y autoconsciente en una trayectoria de la que estas Tres amigas viene a ser la tercera de sus películas que se estrena en España tras Las cosas que decimos, las cosas que hacemos y Crónica de un amor efímero.

Se trata ahora de desplegar un relato a través de la relación entre tres amigas de mediana edad con la ciudad y la luz siempre primaveral de Lyon como telón de fondo. India Hair, Sara Forestier y Camille Cottin comparten sus intimidades, sus respectivas crisis de pareja, sus infidelidades, sus traiciones incluso, al paso de unos acontecimientos guiados por un caprichoso demiurgo y la voz narradora de un personaje secundario que funciona como fantasma observador del enredo.

Mouret se muestra fluido en las idas y venidas, encuentros y desencuentros, ilusiones y decepciones de estas mujeres que buscan un cierto ideal romántico desde tres perspectivas distintas y a la postre complementarias. Su relato progresa siempre desde la ligereza incluso cuando viene atravesado por el drama o la tragedia, impulsado por las músicas clásicas marca de la casa y esa voluntad de tocar fibras sensibles sin apretar demasiado el nervio.

En algún lugar entre los cuentos morales de Rohmer y las comedias románticas de Woody Allen, Tres amigas peca empero de un exceso de material argumental que termina por dispersar el interés por cada una de sus protagonistas y sus respectivas y azarosas cuitas en busca de ese amor definitivo que se escapa entre salidas al cine para ver clásicos, paseos por el parque, escapadas con coartada y diálogos con los difuntos que vienen a cerrar el duelo y calmar la mala conciencia para dar un nuevo empujón al ciclo del deseo.