Análisis

Santiago Sánchez Traver

Periodista

Felipe González nació en Heliópolis

El autor recuerda que el ex presidente del Gobierno de España y líder histórico del PSOE cumple este sábado 80 años Repasa los primeros años de su vida en Sevilla hasta que estudió el Preu en el San Isidoro

La Avenida de Reina Mercedes a finales de los años cuarenta. Al fondo a la derecha, los pisos municipales en los que nació Felipe González.

La Avenida de Reina Mercedes a finales de los años cuarenta. Al fondo a la derecha, los pisos municipales en los que nació Felipe González. / D. S.

Este sábado 5 de marzo se cumplen 80 años del nacimiento en Sevilla de Felipe González Márquez, tal vez el presidente más importante de este país en el siglo XX, aunque eso va en gustos y opiniones. El propio Felipe, Isidoro para lo que le auparon en Suresnes, nunca ha querido o reclamado reconocimientos de su ciudad y sus paisanos. Y por ello no tiene una calle o plaza en su memoria, dado lo difícil que resultaba la unanimidad en el tema. Y sólo lleva su nombre una espléndida y más bien solitaria biblioteca, junto al río, a la altura de Torneo.

Sí logró Manuel Chaves en 1998 hacerlo Hijo Predilecto de Andalucía, con la oposición manifiesta de Antonio Romero que entonces lideraba la izquierda andaluza. Y lo de que fuera Hijo Predilecto de la ciudad costó mucho más: fue a la tercera. Lo intentó Alfredo Sánchez Monteseirín dos veces, en 2006 y 2008, y en la primera se opusieron como portavoces del PP, Jaime Raynaud, y del PA, José Luis Villar. En la segunda se opuso el PP, con Zoido como líder municipal, desoyendo el consejo del cardenal Amigo para el que el nombramiento era indubitable y merecidísimo. Y tuvo que ser en 2012 el propio Zoido, ya como alcalde, el que lo sacara adelante, pero con la oposición del ínclito Antonio Rodrigo Torrijos que era el “vocero” de los ediles comunistas.

Dejada la polémica, quiero centrarme en otro tema de discusión histórica: dónde nació Felipe González. Muchos de sus biógrafos, hagiógrafos, turiferarios y similares yerran de plano en este dato, decisivo cuando se inicia una biografía.  Autores como Roberto Ortiz de Zárate, Joaquín Leguina, incluso en la web oficial del exvicepresidente felipegonzalez.es, se ubica su nacimiento en el barrio de Bellavista. No así en Wikipedia que, acertadamente, lo sitúa “en el barrio de Heliópolis”. La Fundación Transición Española llega más lejos en su error, pues afirma que “nació en Dos Hermanas”. Incluso la web de la Fundación Felipe González sitúa el natalicio “en el barrio de Bellavista de Sevilla”.

Pilar Cernuda está cerca porque escribe “cuando se fueron a Bellavista, alquilaron el piso a obreros por habitaciones…” y “se fueron a vivir a un piso del Heliópolis” . Lo cierto es que los padres de Felipe primero se fueron a vivir a un piso municipal de Heliópolis, realquilando una habitación, y después se fueron a vivir a Bellavista.

En la calle Condesa

Pues bien, desfaciendo entuertos, lo cierto es que el que llegara a ser presidente del Gobierno español nació en una habitación realquilada de unos pisos municipales entonces de reciente construcción en el barrio de Heliópolis, cuya fachada oriental hoy da al final de la Avenida Reina Mercedes. Y la fachada norte de los bloques, en la hoy llamada calle Condesa, está en el lateral del campus universitario. En ese número 8 de la calle Condesa, en el bajo izquierda, fue el parto, como todos en aquella época en el domicilio y no en el hospital. Tuve la ocasión de realizar un reportaje hace años en la misma habitación en que se produjo el alumbramiento. Por cierto, nada ni nadie recuerda que el hecho se produjera allí. Y tal vez, algún día convendría que una placa oficial revelara tan humilde lugar y efeméride.

La historia de su vida comienza cuando su padre, un modesto campesino, Felipe González Helguera, llega a Sevilla con 21 años, en 1932, desde Cantabria, tras la estela de su hermano mayor, Juan, que había sido obrero de la construcción de los pabellones de la Exposición Iberoamericana de 1929 y se había quedado a vivir y trabajar en la capital hispalense. Y como los de la Montaña de lo que saben es de vaques, consiguió hacerse con un pequeño terreno en el barrio sevillano de Heliópolis, construido como residencia de los comisarios de la citada exposición, junto al río Guadaíra, para montar una vaquería de la que surtía de leche a los vecinos más próximos. Pilar Cernuda sitúa la vaquería en la zona de la Venta Ruiz, pero esa fue otra vaquería, cuyos dueños conozco, que duró allí mucho más tiempo.

Es por eso que, cuando se casa con Juana Márquez, una simpática andaluza de Villarrasa (Huelva) que lo conquistó, buscan una habitación para realquilar en el mismo barrio y la consiguen en unos bloques de viviendas municipales construidos tras la guerra y recién inaugurados. En esa habitación realquilada –única vivienda e intimidad de la familia– , de no más de diez metros cuadrados, con derecho a uso de cuarto de baño, nace el que luego sería durante 14 años presidente del Estado español.

Del Claret al San Isidoro

Y Felipe González empieza a asistir al cercano Colegio Claret recién creado y después ampliado. Cuando crece el barrio, originariamente los llamados “hotelitos” fueron residencia de los comisarios de la Exposición Iberoamericana, se obliga al traslado de las vaquerías más próximas y el padre de Felipe se ve forzado a buscar un terreno en el cercano barrio de Bellavista para seguir con el negocio y para vivir en una modesta vivienda de una planta. Pero Felipe sigue asistiendo al Colegio Claret hasta sexto de Bachillerato, cuando es expulsado – pero eso es otra historia– y debe cursar el Preu en el único instituto masculino de la ciudad, el San Isidoro, junto a la céntrica Alameda.

Tras el traslado de la familia a Bellavista, donde residen hasta la muerte de la madre, el más pequeño de los hermanos, Juan María González –nacido, creo, en Bellavista, como su hermana Lola y fallecido hace dos años– vuelve muchos años después a finales de los 90 a esos mismos bloques donde nació Felipe. Y lo hace para montar un restaurante de nombre La Vaquería –no podía ser otro– en uno de los locales que dan a la avenida Reina Mercedes, en su inicio locales de Falange y el Frente de Juventudes. El restaurante se mantiene todavía tras varios traspasos y cambios de nombre. Y hasta aquí esta verdadera historia que es oportuno recordar hoy 80 años después.

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