
La ventana
Luis Carlos Peris
Imposible lo que tan fácil parece
Dolorosamente, una persona puede ser asesinada dos veces y eso le está ocurriendo a don José Calvo Sotelo. La primera vez fue cinco días antes del levantamiento militar que originó la guerra más cainita, pero es que la segunda muerte se produce ahora quitándole su nombre a un colegio de Sevilla. En Sevilla tiene calle Indalecio Prieto y defenestran a Calvo Sotelo, que fue asesinado por un guardaespaldas de don Inda. Son paradojas que ofrece esta vida que nos está tocando vivir y resulta surrealista que a un hombre que fue asesinado antes del estallido bélico se le aplique la taimada Ley de Memoria Histórica. Es la apoteosis del sectarismo más rencoroso la aplicación de una memoria que está definitivamente creada para perseguir a personas de derecha y que observa detalles como el de asesinar dos veces.
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