La ventana
Luis Carlos Peris
El tiempo lo multiplicará
Andando, jugando cortita y al pie para verticalizar cuando menos se esperaba, así le dio el Betis sopas con honda al Dinamo de Zagreb en su domicilio del Maksimir para un 1-3 que le pone botando eludir el molesto play off. Fue un partido en el que el equipo de Pellegrini pasó por encima de los croatas para dejar un puñado de sensaciones ilusionantes. Formidable Ángel Ortiz para la buena nueva del buen lateral diestro que ha encontrado el Betis y muy interesante la novedosa ubicación de Riquelme como enganche por dentro.
Como sensación que disgusta nos encontramos con la larga ausencia de Abde por culpa de la Copa de África. Y es que el hispano-marroquí atraviesa un largo momento de plenitud y sin él se corre peligro de que el Betis pierda verticalidad y desborde. Sin embargo, la ausencia de Bakambu por idéntico motivo no parece que vaya a crear un problema para el cuerpo técnico.
Y dentro del buen juego bético no debe obviarse la jugada del segundo gol, obra de Riquelme tras una combinación plena de creatividad y clase. En siete minutos tres goles en los que se combinó la destreza verdiblanca con la torpeza plavi. Todo resuelto en tan poco espacio de tiempo dio pie a que la segunda mitad la afrontase el Betis con una especie de juego a las cuatro esquinas en que la cosa estribaba en mantener el control del balón, y del juego, para desesperación de un Dinamo dedicado a perseguir sombras, 1-3 y los octavos a mano.
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