En la muerte de la marquesa de la Motilla

Queridos Isa y Fernando: cuando Diario de Sevilla me pide estas letras, son muchas las vivencias que se me vienen a la cabeza. No puedo olvidar que vuestro matrimonio es de la misma generación que el de mis padres. Juntos erais de los fijos en Estoril.

En tu tenencia, mi padre formó parte de tu junta de gobierno. Y al cabo de los años, vuestro hijo Miguel, hoy marqués de la Motilla, fue clavero en la tenencia del mío. La historia se repite y Javier, conde de Casa Alegre, vuestro hijo, fue secretario en la mía.

De vosotros siempre he recibido infinidad de atenciones, no se me pueden olvidar la de puertas que tú, Fernando, me abriste con motivo de la muerte repentina de mi padre.

De ti, Isa, siempre te recordaré como una señora, ejemplo de saber estar y una religiosidad ejemplar. Tus felicitaciones el día del santo de Conchita, en el mío y el día de Reyes, eran fijas. Siempre me recordabas la fotografía que tenías en la sala, cuyo motivo era la audiencia al Santo Padre y que fue la felicitación de Navidad de 2008.

Para terminar, sólo me falta que allí en el cielo, a los pies de nuestra excelsa Señora, la Santísima Virgen del Rosario, le deis un fortísimo abrazo a mis padres.