¿Un partido con sello de trampa?

24 de abril 2025 - 03:08

Cuidado, mucho cuidado con lo que se da esta noche al final de la Palmera. Se trata de uno de esos partidos que de tanto dársele por ganado puede registrar un efecto boomerang de tristes consecuencias. Y es que tras el partidazo del lunes en Gerona, la presencia de un desahuciado puede inducir a ese pecado de suficiencia tan dañino en fútbol. De ahí que vender la piel de los pucelanos antes de cazarlos tiene muchos visos de error.

Sólo hay que recordar que el Betis ha sido uno de los pocos que fue derrotado por el Valladolid. Ocurrió en un soleado domingo de enero y fue con todo merecimiento, ya que aquella tarde jugó el Betis su peor partido del curso. Y ya por entonces, el Valladolid figuraba como candidato principal al descenso de categoría, con lo que ya vemos que no hay nada nuevo bajo el sol. Ni siquiera la sideral distancia entrambos en la tabla garantiza nada para esta noche.

No parece que Pellegrini vaya a rotar en exceso, ya que hay toda una semana entre este partido con los castellanos y la visita de la Fiorentina a Heliópolis. Una semana sin partido es un regalo dentro del agobiante calendario que rige, por lo que tiene el chileno la posibilidad de elegir a lo que bien pudiera llamarse Unidad A. El fútbol es presente y nada tiene de positivo relamerse con lo conseguido en Montilivi y tampoco mirar, aunque sea de reojo, la cita con los toscanos.

Dicho lo dicho y redundando en la necesidad de salir con el cuchillo en la boca, la situación en la tabla hay que afianzarla con un triunfo. Ganar siempre es el objetivo en este juego, pero hay ocasiones más cruciales que otras y ésta de hoy es una de ellas. Pensar en un maracanazo sólo debe ser utilizado para evitarlo y una espantá sería como tirarse en marcha del magnífico vagón en que se ha situado el equipo de Pellegrini, ese al que hubo quien lo consideró amortizado. Cosas.

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