
El Poliedro
Tacho Rufino
Oí a mucha gente reírse
Harto de escuchar el viejo aserto de que los buenos no pueden ser incompatibles, resulta que quien más se apunta a eso es Manuel Pellegrini. Cuando se tercia el análisis sobre la compatibilidad de Isco y Lo Celso, el andino contesta siempre lo mismo. Pero resulta que a la hora de la verdad, dicha compatibilidad no se ve por parte alguna; es más, la actitud del argentino cuando sale a suplir da pie a la sospecha de que algo no funciona.
Sospecha asaz preocupante, pues el temor a que Gio tire la toalla ya revolotea sobre la vertical del beticismo. Su gesto aparenta un estado poco proclive a la competitividad y urge que Pellegrini dé con la tecla que aglutine a ambos talentos. Sería el mejor servicio que en la actualidad puede ofrecer el técnico, a medias entre lo que recibiría el Betis y la otra mitad para lograr que Lo Celso recobre el talante que exhibía antes de la recuperación de Isco, goles incluidos.
¿Y es posible lograr esa aglutinación? Caramba, pues debe serlo, pues en equipos con un número mayor de talentos se consigue y con muy buenos resultados. ¿Cómo procedería ubicar a ambos? Pues eso ya va en el sueldo de Pellegrini, que archisabido es que el peor entrenador sabe de fútbol más que el periodista más encopetado. Y la verdad es que no sé cómo se consigue eso que tanto está necesitando el Betis, por siempre y para siempre Real Betis Balompié.
Tan lejos no está en la memoria cómo tres talentos como Carvalho, Canales y Lo Celso cabían en el mismo dibujo y quiero recordar el recital de dicho trío en lugares tan elitistas como el Camp Nou, San Siro y el Bernabéu. Tres recitales con victoria y no con dos, sino con tres registas vocacionales que igual servían para la resta que para la suma. Urge, por tanto, que Manuel Pellegrini dé con la tecla adecuada para que todo suene mejor y para que no se aburra uno de ellos.
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