El parqué
Continúan los máximos
Entre los numerosos chinos en el zapato del fútbol, uno de los más fastidiosos es la Copa Africana de Naciones. Disputado en pleno curso, los clubes que abonan religiosamente sus contratos se ven privados de futbolistas muy principales. Es una asignatura pendiente la que el fútbol tiene y parece que es algo que no va a arreglarse, al menos a corto plazo. Clubes de toda Europa se sienten esquilmados a una altura del campeonato que se traza donde figura la línea ecuatorial del curso.
El fútbol rico, o el aparentemente rico, se nutre de mucho talento africano y en este tiempo de aldea globalizada no hay un solo país que deje de pescar en el continente negro. También la numerosa inmigración juega en contra de los clubes europeos, ya que hay mucho futbolista africano nacido en Europa que habitualmente prefiere jugar en el país de sus ancestros.
Aquí tenemos dos ejemplos en Betis y Sevilla, que hay que ver el estropicio sufrido por los de Nervión el año en que dos pilares como Bono y En-Nesyri se fueron a defender la camiseta de Marruecos en pleno mes de enero. Este año es el Betis el que pierde más potencial en aras a la Copa África. Dos futbolistas de la importancia de Amrabat y Ez Abde más Bakambu se irán a torcer por Marruecos y por Congo, con lo que serán varios partidos los que dejen de defender la enseña verdiblanca. Y la pregunta es si FIFA tomará algún día la decisión de que la Copa África no interfiera en el día a día de los que pagan.
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