Visto y oído

Francisco / Andrés / Gallardo

Hugos

09 de abril 2010 - 01:00

SÍ, está muy bien rodada Karabudjan. Promete. Cuidada en su aspecto, con terciopelo de cine de verdad. Y con algunas interpretaciones conseguidas, como la de esa cara granulosa de Héctor Colomé o el desaire macarra de Víctor Clavijo. Cuenta con un guión trabajado con el empeño de crear un mosaico urbano con esas cartas escondidas para ir fabricando intrigas. Desbarra un poco en querer ser demasiado trepidante, como si estuvieran preocupados en que el espectador se amodorre en la atmósfera noctámbula y premeditadamente umbría. Es una película de seis horas al servicio de Hugo Silva que pese a que no quiere encasillarse como el Lucas de Los hombres de Paco su papel protagonista tiene bastantes semejanzas con el personaje del que pretende huir. Hugo rechina un tanto con sus caras hieráticas de mala leche y esas poses de chico con pasado tenebroso pero que es buena persona y con sus acciones justicieras quiere redimirse. Enfrente tiene a la guapa Marta Nieto, aquí de policía buena tras haber ayudado a los buenos en aquella Hermanos y detectives que fue estropeándose con los capítulos.

Karabudjan hubiese sido un acontecimiento hace diez años, pero ahora viene a redundar en tramas y técnicas que empiezan a estar algo trilladas. Estamos todos acostumbrados a ver cosas demasiado parecidas. Es como una reiteración de Desaparecida y por eso a muchos espectadores no les apetece introducirse ahora en enigmas de persecuciones e interrogatorios. En el argumento hay detalles, como el submundo juvenil que late en las redes sociales, que recuerdan al dramático caso de Marta del Castillo. No han querido ser oportunistas, pero desprende un poco de tufillo.

Karabudjan no es una mala opción primaveral aunque la bombardeen desde Telecinco y no le estén acompañando los índices de audiencia.

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