DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Tomás garcía

Doctor en Biología

Ruta palaciega en la judería sevillana

Comienza el paseo delante del renacentista Palacio de Miguel de Mañara en la calle Levíes

El antiguo recinto de la judería hispalense se dividiría en tres collaciones con sendas iglesias tras su asalto en 1391 y su desintegración, siendo ocupadas por la población cristiana y transformándose en lo que se llamaría en conjunto la Villa Nueva. Emprenderemos un recorrido por la primitiva aljama hebrea impulsados por estas letras y nos detendremos para hacer breves apuntes histórico-artísticos en siete de sus espléndidas casas palaciegas. Comienza el paseo delante del renacentista Palacio de Miguel de Mañara en la calle Levíes del Barrio de San Bartolomé, donde naciera el fundador del Hospital de la Santa Caridad, que conserva restos de una vivienda islámica y del muro interior que cercaba la judería. Continuamos por la Plaza de las Mercedarias en busca del atractivo Palacio Conde de Ybarra, trazado con aires neomudéjares por Aníbal González a comienzos de la pasada centuria frente a la Iglesia de San Nicolás, el cual también mantiene vestigios de dicha muralla.

Nos adentramos en el Barrio de Santa Cruz por la calle Federico Rubio y, en su confluencia con Aire y Fabiola, sorprende la prestancia del Palacio de Ibarburu -con perfil achaflanado y un gran escudo de armas bajo tejaroz- que habitara esta familia de mercaderes de oro y plata de las Indias. Accedemos a Mateos Gago y apreciamos en su esquina con Mesón del Moro la singular mansión que concibe Aníbal González para Dolores Martínez Ortiz, conocida popularmente como Casa de las Conchas por sus medallones pétreos que rememoran los de su homónima de Salamanca, mostrando también en su exterior unas sugerentes pilastras neoplaterescas.

Tras recorrer Mesón del Moro y Ximénez de Enciso, regresamos al Barrio de San Bartolomé. Nos topamos de frente con el espectacular Palacio de Altamira, que tiene su origen en un palacete judío erigido por el Contador Mayor de Enrique II Yuçaf Pichón, casa que pasó tras el asalto al Justicia Mayor Diego López de Stúñiga y fue transformada en un majestuoso palacio mudéjar inspirado en el de Pedro I del Alcázar, con un posterior remodelado manierista de la fachada atribuido a Vermondo Resta. Seguimos por la misma acera y penetramos en un callejón que alberga desde el siglo XVII el Palacio de los Marqueses de Dos Hermanas, con portada adintelada y columnas toscanas, un patio ajardinado con fuente decorada con azulejos y un mirador. Si bordeamos la Iglesia de Santa María la Blanca, llegaremos a la sugestiva calle Verde, donde siempre me invaden vivencias de infancia y juventud frente al Palacio de Padilla del quinientos, que posee un recoleto patio columnado con capiteles napolitanos y escudo de armas. Así concluimos una de las rutas que pueden organizarse para visitar algunas de las numerosas casas palaciegas que pueblan los actuales barrios de Santa Cruz y San Bartolomé en el espacio que ocupaba la judería de Sevilla, la segunda en importancia de todos los reinos hispánicos y para la cual reclamo nuevamente un Centro de Interpretación.

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