Opinión

Antonio Rodrigo Torrijos

El Velo-city de 2011, una oportunidad para Sevilla

Velo-city es a la promoción de la bicicleta urbana lo que unos Juegos Olímpicos son para el deporte. Para la ciudad organizadora representa, por tanto, un gran acontecimiento por lo que significa de reconocimiento a los avances realizados en nuestra ciudad en tan sólo dos años y porque reúne a todo lo que se nuclea en torno a la bicicleta urbana: fabricantes, comercializadores, minoristas, talleres, accesorios, publicistas, empresas de alquiler, administraciones públicas, empresas constructoras, entidades y colectivos de usuarios, todos ellos en los distintos niveles de articulación organizativa.

La última conferencia Velo-city se ha celebrado en Bruselas este mes de mayo (en 2007 fue en Múnich) y ha sido allí, con la solemnidad que transmite el Salón Plenario del Parlamento Europeo, donde tuvimos la oportunidad de resumir los méritos de Sevilla en materia de bicicleta (infraestructuras, medidas de fomento, bici pública, etcétera) y donde pronuncié en el seno de una intervención amplia una frase en referencia al avance imparable de este método sostenible de movilidad urbana, que resultó muy valorada y aplaudida por los presentes: "El proceso en mi ciudad es irreversible. No hay marcha atrás".

Sevilla firmó allí la Carta de Bruselas junto con numerosas otras ciudades asumiendo compromisos para los años 2015 ó 2020 que, en nuestra ciudad, ya cumplimos con holgura en buena parte de ellos. De hecho, nuestra Declaración de Sevilla, redactada con motivo de la Cumbre de la Bicicleta que celebramos en la ciudad hispalense en marzo pasado, va más lejos en la ambición de los objetivos para el desarrollo de ciudades que perciben en la bicicleta una amplia colección de ventajas personales y colectivas.

Queremos que el Velo-city de Sevilla aporte a las conferencias anteriores, muy referenciadas con el norte y el centro de Europa, la originalidad y la frescura de una ciudad que ha sabido incorporar a su modelo los aciertos y evitado los errores que su implantación trajo consigo. Queremos aportar la referencia de la Europa del Mediterráneo, la Europa del Sur, la cercanía continental con África y cultural y lingüística con América latina. Precisamente por ello en nuestro Velo-city, el castellano será idioma oficial, junto con el inglés, lengua única en anteriores conferencias, aunque se hayan celebrado en países de habla no inglesa.

Y queremos que la participación, rasgo transversal que caracteriza a la acción de mi fuerza política en nuestro quehacer institucional, sea un elemento clave en todo el proceso de aquí al 23 de marzo de 2011, fecha en la que será inaugurado el Velo-city de Sevilla.

Atrás queda un largo camino, recorrido con discreción pero con una alta profesionalidad tanto por parte del equipo que coordino como de toda la Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad, que han hecho posible aquello que parecía para Sevilla una meta inalcanzable. Creo que será bueno para la ciudad y para la ciudadanía. Ponemos a Sevilla en la agenda mundial por una cuestión que hemos sabido hacer bien, siendo ahora espejo donde se mira una gran cantidad de países y ciudades.

Sevilla está de enhorabuena y tiene con ello una gran oportunidad.

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