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los invisibles

francisco Correal

"Con las exclusivas, lo de las fotos de las bodas se acabó"

José María Sánchez de Cáceres. No fue a la Universidad, pero la Universidad envía cada año a miles de estudiantes a su estudio. Un clásico de las orlas que lo fue de la Familia Real

SU estudio en Laraña lo preside una fotografía del bautizo del príncipe Felipe que hizo en febrero de 1968 Luis Crux, socio de Félix Sánchez. Cuando éste murió, se hizo cargo del negocio su hermano José María Sánchez (Sevilla, 1946), que acaba de jubilarse y le pasó los trastos al heredero.

-Usted tenía 21 años cuando le hacen la foto al hijo del príncipe, con don Juan de Borbón, Franco y Victoria Eugenia de testigos.

-Luis Crux y mi hermano, que era su socio capitalista, el relaciones públicas, ya se habían venido a Sevilla desde el estudio que tenían en la calle Serrano, pero seguían siendo los fotógrafos de la Familia Real. Yo fui con ellos algunas veces a la Zarzuela.

-¿Fotógrafo de familia?

-Por mi hermano. Él era el mayor y yo el pequeño. Entre los dos, tres hembras, una que es monja de clausura en las agustinas, otra que se casó y vive en Italia y Ana María, que vive en Sevilla.

-¿Cuándo se hace cargo del estudio?

-En el 92, al jubilarse Luis Crux. Fue un año magnífico. Hice con Pepe Fernández las fotos para las Cenas de la Dorada. Por el local de Félix Cabeza pasaba todo el mundo. Julio Anguita, Felipe Alcaraz, Soledad Becerril, Marcelino Camacho, Escuredo, Borbolla, Clavero, Jordi Pujol...

-No dejan de entrar estudiantes en su estudio...

-Llevamos más de cuarenta años haciendo orlas. Cada año pasa una media de seis o siete mil alumnos por aquí. Todo empezó en el curso 67-68 por un amigo que estudiaba Medicina y nos pidió una orla para su curso.

-¿Historia de la Universidad?

-Figúrese. En las orlas, además de los alumnos, está lo mejor del profesorado. Que presidieron desde el Tribunal Constitucional, como Rodríguez Piñero, al Betis, como Hugo Galera Davidson. Alfonso de Cossío, que defendió a Felipe González, Pelsmaeker, que era un encanto como persona y un hueso para los alumnos, el profesor Bedoya, el doctor Frontela, Javier Pérez Royo, Julio García Casas, al que lo querían todos los alumnos.

-¿Ha hecho fotos en el convento de su hermana?

-Les hacía las fotos de carnet a las monjas. En ese mismo convento estaba de religiosa mi madre, que se salió cuando conoció a mi padre, un hombre de Cazalla de la Sierra que vino a Sevilla, montó un negocio de comestibles y no le fue bien. Se metió en el muelle y allí trabajó de amantero, que era el guía para que la grúa entrara en el barco a recoger el carbón o los minerales.

-Su estudio es un mirador de primera de la Semana Santa...

-Pasan todas por aquí, pero en Semana Santa no hago fotos. Me gusta verlas. Lo mismo me pasa con los toros. Lo que me gusta, aparco la máquina. Las únicas fotos que hacemos de Semana Santa son las de mantilla. Las mujeres piden cita o se presentan en el estudio el mismo Jueves Santo.

-¿Quién hizo el reportaje de su boda?

-Nos casamos en Castilleja de la Cuesta, porque el párroco era pariente de mi mujer. Las fotos nos las hizo Peña, de la Gran Plaza.

-¿Usted habrá 'casado' a mucha gente?

-Miles y miles, pero ha bajado una barbaridad. Igual que las orlas. Muchos padres no pueden pagárselas a sus criaturas. Pero vamos tirando con una solera de cincuenta años.

-¿Qué fotografía le gusta?

-El retrato. Te permite colocar la luz. El tema digital ha machacado el arte de la fotografía. Antes había que retocar los negativos, hacer las sombras, las revelabas manualmente, las inspirabas a tu gusto, con más o menos contraste. Ahora la máquina lo hace todo. Le quitas arrugas, ojeras y hasta la barba si hace falta.

-¿Trabajó para sus vecinos del palacio de la Motilla?

-Mucho. Cuando los hijos eran jóvenes y se iban casando, les hemos hecho las bodas. Hoy día con las exclusivas eso se acabó, las que mandan son las revistas.

-¿Hace fotos con el móvil?

-Eso es mortal. No hago fotos con móvil ni con máquina en la calle. No le hago fotos ni a mis nietos.

-Cuando el príncipe Felipe acceda al trono, tendrá un valor enorme esa foto del heredero llorando de bebé junto a las infantas Elena y Cristina. ¿Cuál es más fotogénica?

-Elena mucho más. Es más feílla, pero le gusta más a la cámara.

-¿A quién se quedó sin fotografiar?

-Después de haber retratado a Julio Iglesias, a Lola Flores, a doña Concha Piquer, a la Pantoja no llegué a retratarlo, pero sí a la duquesa de Alba, aquí y en Madrid, a Jordi Pujol, ¿a quién me hubiera gustado retratar? Como soy sevillano cien por cien del Arenal y me gustan mucho los toros, le haría fotos a Espartaco, Curro Romero y Rafael de Paula.

-¿Cómo afronta su primer verano de jubilado?

-He pasado a la retaguardia. Le he pasado los trastos a mi hijo Félix, la tercera generación. Él ya hace la orla digital, en la que somos pioneros en España. Yo pasaré el verano entre El Pedroso, que es el pueblo de mi mujer, pariente del editor José Manuel Lara, y Matalascañas. Con los paseos y mis partidas de dominó.

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