Las imágenes de los Reyes, en las Tres Mil de Sevilla

Las imágenes de los Reyes, en las Tres Mil de Sevilla / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Una camisa de Fidel Castro es el principal atractivo del museo cubano de la Casa de la Guayabera. El dictador la lució en 1994 en una cumbre de jefes de Estado iberoamericanos celebrada en Cartagena de Indias. La cubana estuvo en tiempos asociada a la Tercera Edad, tanto como al tirano comunista. Lo mismo había sevillanos que vinculaban esta prenda a los pensionistas de la Gran Plaza que jugaban a la petanca que al barbudo, perifrástico e interminable orador revolucionario. Se trata de evocaciones injustas y que por fortuna han sido superadas, pues hay comercios sevillanos que venden ya camisas cubanas hasta para niños. Y por supuesto las guayaberas de adultos se encuentran ya de muy diversos colores. Hasta hay modelos para mujer de una prenda eminentemente masculina. Que el Rey de España acudiera en guayabera a Sevilla en un día de calor tórrido no tuvo nada de anormal. Don Felipe estaba perfecto para el escaparate de Cañete (don José).

Don Felipe se presentó en Sevilla como recién sacado del escaparate de Cañete. Nada que objetar a la indumentaria

Una asesora ignorante y por lo tanto osada de la izquierda afeó en público que el Monarca acudiera a las Tres Mil Viviendas con la camisa por fuera. La criatura ni se molestó en buscar documentación mínima sobre una camisa que siempre se lleva por fuera de los pantalones y con los puños de las mangas recogidos, de ahí entre otras razones que sea tan cómoda para el verano. La guayabera, además, es la equivalente a la media etiqueta cuando se pretende ir arreglado a un sitio en periodos de altas temperaturas. Algunos recordarán que había un señor mayor que en tiempos procesionaba en el Corpus con su camisa cubana y el cirio encendido, con todo recogimiento por cierto. Don Felipe tuvo hasta el detalle de llevar un bolígrafo en uno de los bolsillos. Si algún problema tiene este tipo de camisas cuando son de alta calidad es que se arrugan con facilidad por su alto porcentaje de algodón. Por eso el Rey se bajó del coche oficial junto a la Catedral con la espalda con más señales que la chaqueta de un cofrade tras la función principal. Hay reglas que no fallan. Si la plata es auténtica se pone negra. Y si la camisa es de algodón o de lino se arruga. El precio de la calidad.

En Sevilla hay destacados usuarios de la guayabera, como don José Rodríguez de la Borbolla, que un año fue invitado a dar el pregón de la Real Orden Gaditana de la Guayabera, que es real porque existe, no porque ningún monarca le haya concedido el título. Si el Rey lleva el bolígrafo en uno de los bolsillos superiores, Pepote lleva un abanico. Lo saca, se airea y te pregunta: "¿Cómo estás, padre?". Con más calor que el Rey de España en las Tres Mil Viviendas.

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