María José Guzmán

La hora de la micropolítica

Puntadas con hilo

Muñoz tendría que pasar ya de las estrategias a los hechos probados si quiere competir en las urnas

25 de enero 2022 - 01:45

Si se considera aún válido eso de respetar los cien días de gracia que se le otorga a los nuevos cargos, al alcalde se le estaría ya acabando la tregua, pues la etapa que estrena expira en 16 meses. Su gobierno sólo consta de un tercio corto de mandato al que le corresponderían, por tanto, 33 días de margen, siguiendo con esa tradición inveterada.

Antonio Muñoz ha sorprendido para bien en el común de los sevillanos. El nuevo alcalde ha presentado en muy pocos días un discurso firme y bien armado, coherente y con la suficiente autocrítica. Y eso difícilmente puede generar rechazo porque, además, se acompaña de una imagen fresca que no pierde seriedad, respetuosa y comprometida. Sin duda, él mismo se ha colocado el listón muy alto porque ahora tendrá que demostrar que está al nivel que exigen los sevillanos. Por mucho que haya quedado claro que es un candidato de futuro, o sea, que encabezará la lista del PSOE en las próximas elecciones municipales, su primer examen tiene fecha, será dentro de poco más de un año y la falta de tiempo para cumplir no va a ser un argumento aceptable.

Hasta ahora ha sido prudente y, al margen del nuevo estilo de gestionar, su mano tendida y el rechazo al ruido político, se ha atrevido a admitir públicamente cuatro o cinco hitos: mejorar la limpieza viaria y el mantenimiento de los servicios públicos, que las obras del Metro estén licitadas, que las intervenciones en los barrios desfavorecidos estén iniciadas y que esté desbloqueado el Cercanías entre Santa Justa y el Aeropuerto.

Si bien es cierto que ha empezado con muy buena mano con la Junta de Andalucía y el Gobierno central, donde mantiene un diálogo muy fluido con algunos ministerios, sólo los dos primeros propósitos dependen directamente del Ayuntamiento. Ya ha creado una delegación de limpieza y un cecop para coordinar las labores de mantenimiento pero el ciudadano, que no entiende de cuestiones organizativas, urge ya ver mejoras.

Muñoz ha enunciado estrategias de gestión que son verdaderamente innovadoras, un ejemplo es la economía del visitante con la que quiere dar la vuelta al turismo, y ha desplegado una capacidad de sinergia con otras capitales e instituciones que hacen política con mayúsculas. Pero estos pilares de la gestión del alcalde se tienen que acompañar también de mucha micropolítica. La cercanía y la accesibilidad es lo que hace grande a un alcalde y a Muñoz le faltan horas prácticas en los barrios, territorios donde él mismo se sorprende que lo reconozcan más gente de la que pensaba.

Esta nueva etapa municipal también permitirá medir a la oposición, hasta ahora o muy tímida o muy descolocada. Pero algún que otro grupo lleva ya meses con su particular barrio a barrio en busca del bache, el banco y la farola por arreglar y el contenedor rebosante de basura. En estas tres semanas de gobierno Muñoz se ha fortalecido institucional y políticamente también, y eso le será muy útil en esa carrera de micropolítica donde la clave está en desplegar una legión de militantes puerta a puerta.

stats